La fiscal Silvia Maldonado dictó ayer la prisión preventiva de Oscar Alberto Pessuto (43), el hombre que se encuentra detenido desde el pasado lunes 23 de marzo, seis días después de protagonizar un violento incidente callejero que derivó en la muerte de Marcos Pablo Negro (44) a raíz de los golpes recibidos.
El abogado Luis Caronni, uno de los representantes legales de la familia de la víctima, confirmó a EL DIARIO la medida procesal dispuesta por la funcionaria judicial, por lo que el comerciante villanovense continuará alojado en el Establecimiento Penitenciario Nº 5.
De no producirse un vuelco sustancial en la causa, algo que parece poco probable a esta altura de los acontecimientos, todo indica que Pessuto llegará a juicio oral y público privado de la libertad y es posible que las audiencias de debate se realicen en diciembre de este año o en febrero de 2016.
Asimismo, pudo saberse que la investigación judicial se encuentra muy avanzada y no se descarta que el decreto de citación a juicio se formalice durante la segunda quincena de mayo o en junio, es decir, antes de la Feria Judicial de invierno o “feria chica”.
En la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno ya se receptaron varios testimonios (casi todos son coincidentes) y obra en poder de la fiscal Maldonado el informe de la pericia psiquiátrica a la que fue sometido Pessuto el 7 de abril en la ciudad de Córdoba.
En las próximas semanas se incorporarán al expediente algunas otras pruebas periciales y, una vez concluida esa etapa procesal, la causa será remitida a la Cámara del Crimen para que las partes ofrezcan pruebas.
Si no hay ninguna variación procesal, Pessuto deberá responder en audiencia oral y pública por un delito que tiene una escala penal que va de los 10 años y ocho meses hasta los 33 años y cuatro meses de prisión, ya que el agravante de la participación de un menor (en este caso, su propio hijo) eleva en un tercio tanto el mínimo como el máximo del “homicidio simple”.
Qué dice la ley
En su artículo 79, el Código Penal de la Nación establece que “se aplicará reclusión o prisión de ocho a 25 años, al que matare a otro”. Sin embargo, el artículo 41 quáter del mismo cuerpo legal precisa que “cuando alguno de los delitos previstos en este Código sea cometido con la intervención de menores de 18 años de edad, la escala penal correspondiente se incrementará en un tercio del mínimo y del máximo, respecto de los mayores que hubieren participado en el mismo”.
Discusión y golpes
El violento episodio que tuvo como protagonistas a Pessuto y Negro se produjo el martes 17 de marzo, alrededor de las 17, luego de que ambos mantuvieran una acalorada discusión por cuestiones de tránsito, en momentos que circulaban por el puente Juan Bautista Alberdi con destino a Villa María.
Luego de trasponer el viaducto y tras intercambiar bocinazos, señas e insultos, los dos automovilistas descendieron de sus respectivos vehículos y, en esas circunstancias, se produjo una pelea en la vía pública frente al Monumento a San Martín.
Interviene el hijo
Mientras los dos vecinos villanovenses se agredían mutuamente, del auto de Pessuto descendió quien lo estaba acompañando, su hijo de 15 años, y tras acercarse a Negro lo agredió desde atrás, aunque todavía no se sabe fehacientemente si fue con algún elemento contundente o si lo empujó.
Tras caer al suelo, producto de aquel golpe o empujón, Negro recibió nuevas agresiones físicas, aunque no está probado que haya perdido el conocimiento.
Un mes en la cárcel
Cabe recordar que Pessuto permanece alojado en la cárcel de barrio Belgrano desde el miércoles 25 de marzo (hoy se cumple exactamente un mes), luego de haber estado 48 horas en la Comisaría de Distrito local.
En efecto, el comerciante fue detenido el lunes 23, un par de horas después de que Negro falleciera en una clínica privada, en la que se hallaba internado desde el viernes anterior.
Pessuto es defendido por el abogado villamariense Eduardo Luis Rodríguez mientras que la esposa y las hijas de Negro, quienes se constituyeron en la causa como querellantes particulares (acusadores privados), son asistidas legalmente por Caronni y la letrada Florencia Arcángelo.