Ingeniería Agronómica de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) sigue siendo "la oveja negra" de las carreras que otorgan el mismo título en el país porque es la única que carece del aval de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau).

Estos estudios, tienen la particularidad de estar articulados con la Escuela Superior de Lechería (ESIL) donde los estudiantes egresan con el título de "técnicos superiores" y tienen la opción de completar sus estudios en la UNVM para obtener el diploma de ingenieros.

La falta de acuerdos institucionales en torno a la carrera hace que todavía no hayan cerrado el convenio para el nuevo plan de estudios acorde a las exigencias de la Coneau.

EL DIARIO entrevistó a Orlando Pfaffen y Alfredo Gadara, de la ESIL, para conocer su posición frente al debate con la UNVM por el plan de estudios.

En síntesis, indicaron que el punto que todavía no se resolvió tiene que ver con la articulación establecida en el convenio original que habla de "título a título". Es decir, un alumno del terciario hace íntegramente la tecnicatura en la Esil y después, si así lo desea, completa su formación en la Universidad.

En cambio, la casa de altos estudios impulsa un modelo de "cursado compartido", es decir, que desde primer año el estudiante de la ESIL debe ir a complementar materias en la Universidad. "Los alumnos de la Tecnicatura son alumnos de la ESIL. Por favor, no hagan estadística con los vecinos", dijo Pfaffen, al referirse a su desacuerdo con que sean alumnos de ambas instituciones en el mismo tiempo y para la misma carrera.

Según habían establecido, marzo era el mes límite para rubricar el nuevo plan de estudios. En caso de no acordar, nombrarían a tres decanos de facultades agronómicas del país, para que sean árbitros que puedan limar las diferencias. Sin embargo, siguen debatiendo y, según adelantaron, podría estar cercano el acuerdo, aunque no exento de dificultades.

"Los plazos los deben establecer las instituciones que intervienen y no un organismo externo como es la Coneau. Cuando nosotros firmamos el acuerdo de articulación, hace más de 20 años, nos comprometimos a acreditarnos ante la Provincia. Lo hicimos el primer año y la Universidad todavía está en veremos. Así que no nos hablen de plazos", explicó Pfaffen.

"Aprovecho este medio para pedirles a las autoridades de la Universidad, a Martín Gill y al intendente (Eduardo) Accastello, que por favor terminemos esto con la dignidad que Villa María se merece y con el respeto por el tremendo trabajo que hicimos sin ver un peso desde esta institución", señaló.

 

Incumplimientos

Más allá del tema puntual de Agronomía, Pfaffen quiso dejar sentado cómo se gestó la articulación entre terciarios y la entonces nueva universidad.

"Llegamos a esa articulación por una imposición política de las autoridades nacionales y locales de entonces", puntualizó. 

Dijo que eso representó abandonar un proyecto que estaba "casi" concretado, que consistía en la creación de una universidad privada en la que se dictarían las carreras de Ingeniería en Alimentos y Agronómica. "Sólo faltaba un mes para que estuviera el seguro de caución, el último trámite para iniciar el Instituto Universitario", recordó Pfaffen, quien remarcó que para la elaboración de ese plan estuvieron trabajando ad honorem cinco años con un proyecto pedagógico que incluía el acuerdo con tres universidades europeas.

"El consejo de la Funesil, con mi voto en contra,  aprobó bajarnos de ese proyecto propio y sumarnos al trabajo de articulación. Una vez que lo decidimos, fuimos leales y comprometidos, a punto tal que el 28% de los egresados de todas las carreras de grado de la UNVM proviene de la Esil", dijo. "Jamás nos opusimos a la creación de la Universidad, lo único que les pedíamos es que no hagan lo que ya estaba hecho con los terciarios que daban prestigio a Villa María", agregó.

"Este camino tuvo muchísimas dificultades", puntualizó. A la hora de enumerarlas, Pfaffen mencionó que la primera fue la ayuda económica que no se concretó. "Nosotros nos manejamos con monedas y la Universidad tiene a su disposición una fortuna incalculable. Por cada peso que nosotros recibimos por alumno, la Universidad recibe 100. Esa es más o menos la proporción", dijo.

La segunda dificultad fueron los cambios que hicieron unilateralmente desde la UNVM, según informaron Pfaffen y Gadara, en la Licenciatura de Educación Física. "Nosotros armamos el proyecto y logramos que fuera la más prestigiosa de la provincia. Ellos desarmaron todo", dijo, aclarando que fue en la gestión de Daniel Lasa como titular del Instituto de Humanidades.

También señaló que la articulación en Alimentos "no está funcionando" y dijo que es necesario pensarla de nuevo.

"La UNVM se crea por una decisión política. No había ningún proyecto académico, pero yo estaba convencido de que íbamos a transformar esa decisión política en una decisión pedagógica. Todavía lo sigo soñando", concluyó.