El 1 de abril de 1984 celebrábamos, todavía, el inicio de la democracia. Los días previos se leía en los afiches callejeros de propaganda, que el 1 de abril nacía EL DIARIO. Para los villamarienses era, y es, EL DIARIO, sin ninguna alusión a su zona de influencia. En esos tiempos la ciudadanía estaba ávida de verdades, como siempre, pero justamente el país estaba saliendo de un oscurantismo impuesto por la dictadura militar, y, más que nunca, se necesitaba de un medio escrito, del cual adolecía la ciudad. Recuerdo que yo era el secretario de Prensa del Centro de Empleados de Comercio, y junto al Centro de Periodistas “Lucio Capdevila” y a EL DIARIO conformamos un espacio de debate para contribuir y enriquecer a la incipiente democracia, que llamamos “La Argentina, hoy” y que se desarrollaba en el subsuelo de nuestro gremio. Por allí pasaron encumbradas figuras del periodismo, de la docencia, de la economía, la política; historiadores, integrantes de los Derechos Humanos, el deporte, etcétera. El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, las Madres de Plaza de Mayo, el periodista Eduardo Aliberti, el profesor Alfredo Bravo, el escritor Jorge Barón Visa, el ex presidente Raúl Alfonsín, entre otros, fueron algunas de las figuras que nos visitaron en el ciclo y que engalanaron la ciudad con su presencia, dejando su palabra para la reflexión y el análisis.
Un párrafo muy especial quiero escribir para el profesor Bernardino Calvo, quien, desde sus páginas constituyó, con su mensaje puro e indoblegable y solamente comprometido con la democracia y la verdad, un faro no sólo para los lectores, sino también, una referencia para los periodistas de hoy y de mañana.
Saludo y felicito a los integrantes de este matutino por no haber bajado los brazos en los momentos difíciles del año 2001, y crear, con valentía, seriedad y responsabilidad, una empresa social gestionada por los propios trabajadores como lo es la Cooperativa Comunicar, que no sólo les permitió mantener las fuentes de trabajo, sino incorporar nuevos trabajadores y socios para seguir creciendo.
Digo también, que en estos tiempos que corren, la verdad sigue siendo la verdad, y no debe acallarse bajo ningún punto de vista y por ninguna circunstancia, y quiero que la verdad siga siendo la verdad y que el periodista siga siendo imparcial una vez puesto a pensar en los lectores.
Las noticias que siempre me conmovieron y aún hoy me duelen, son las tapas de EL DIARIO con las tragedias y accidentes que involucran a villamarienses.

Eduardo César Belloccio,
secretario General CGT Villa María