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DE NUESTRA REDACCION
Pasó la primavera, el verano caliente y con las primeras caídas de las hojas de otoño se consagró la dupla que, desde un primer momento, sonó como el “conejo” de la galera de Mauricio. Oscar Aguad y Héctor Baldassi buscarán vencer la estrategia oficialista cordobesa
Córdoba es una de las provincias más importante para el camino de la construcción de esa Argentina que soñamos y fue la primera en abrirse a esta idea de hacer algo juntos, a esta idea de cambio”.
Lo dijo Mauricio Macri en el momento de presentar la fórmula de “Juntos por Córdoba” en el hotel Quórum.
La estrategia de unidad entre las tres fuerzas (PRO, UCR y Frente Cívico) empezó a gestarse a partir del triunfo obtenido en Marcos Juárez el año pasado.
Hubo idas y venidas, amagues de internas, dirigentes que se lanzaron a la Gobernación para marcar territorio. Pasó la primavera, el verano caliente y con las primeras caídas de las hojas de otoño se consagró la dupla que, desde un primer momento, sonó como el “conejo” de la galera de Mauricio.
Y fue el propio jefe porteño, envalentonado con las encuestas que lo ubican entre los candidatos preferidos de los cordobeses, quien usó el truco para levantar la mano del principal “domador” del acuerdo: el diputado nacional Oscar Aguad.
La UCR obtuvo el protagonismo bajo la carpa de la triple alianza y encabeza la fórmula, el líder del PRO puso al árbitro Héctor “Coneja” Baldassi y Juez se aseguró un nuevo mandato en el Senado.
No sorprendió el lanzamiento ni los candidatos. Aguad fue una pieza elemental en la alianza con el PRO, en todo momento defendió la “unidad” de la oposición para “vencer el populismo”.
Y su manera de manejarse en las conversaciones previas le valió estar en la competencia y dejar a Ramón Mestre disputando un nuevo mandato frente a la Municipalidad de La Docta.
¿La salida a escena de “Juntos por Córdoba” es una complicación para el oficialismo?
Las respuestas se dividen entre los que ven, otra vez, la dispersión del voto en territorio cordobés con la división del peronismo y los que consideran que el panorama beneficia a la estructura del gobernador y por ende a su candidato Juan Schiaretti.
Sin embargo, en este revuelo de examigos y exenemigos cantando bajo la lluvia de votos que sueñan contar en las urnas, nadie puede hacer un presagio certero.
Por ahora, sólo hay festejos aislados, ayer la triple alianza ganó en General Cabrera y crece el optimismo en las filas que buscan quitarle el trono a De la Sota.
El territorio gallego
Apelando a su cintura y experiencia el “Gallego” De la Sota puso candidatos de su riñón en la mayoría de los departamentos. Un reparto de poder con Schiaretti que si llega nuevamente a la Gobernación, se quedará con la conducción del peronismo.
En el Departamento San Martín, el puesto de legislador departamental está en blanco por el momento tras el paso al costado de Darío Ranco.
El mapa de los postulantes departamentales a la unicameral es una de las cartas que tiene el oficialismo para imponer su estructura desde el interior, teniendo en cuenta la baja performance que han tenido en los últimos años en Córdoba capital.
Los que hacen números en el PJ cordobés estiman que con el 35% de los votos Schiaretti tiene el regreso asegurado y sostienen con énfasis que ese porcentaje es el piso del peronismo cordobés.
“Accastello no hace daño porque sus votos están fundados en un electorado que jamás le votaría a Unión por Córdoba. En eso estamos tranquilos”, señaló un dirigente cercano al candidato a vice, Martín Llaryora.
En voz alta, los operadores de Schiaretti consideran que el intendente de Villa María “está demasiado pegado al kirchnerismo” para tener un “rol preponderante” en las elecciones del 5 de julio.
“Se le va a complicar el armado en los pueblos”, dicen y ven como el rival indiscutible al frente Juntos por Córdoba.
Corazón valiente
Accastello, por su lado, empezó una cruzada que reparte pólvora directamente al cuerpo de Schiaretti.
La estrategia del candidato de Córdoba Podemos es captar votos del peronismo disidente, del radicalismo molesto con la alianza con el PRO, de juecistas enojados, para sumarlos al piso que tiene el kirchnerismo en nuestra provincia.
En sus últimas declaraciones, Accastello se colgó el traje del postulante que peleará con Aguad, relegando las chances de Schiaretti a un tercer lugar.
También, apuesta al factor sorpresa manteniendo el misterio sobre quién lo acompañará en calidad de vice.
“Tengo tres posibles candidatos, dos hombres y una mujer”, remarcó días atrás.
Según comentó, por lo bajo, no son dirigentes muy conocidos en el terreno político, sino personas que vienen de otros ámbitos.
Desde el entorno de Accastello descartaron que el “kirchnerismo” imponga al vice y que esa elección será exclusiva del intendente villamariense.
Pelear contra dos estructuras (el peronismo y el radicalismo) con fuerte presencia en la mayoría de las localidades de la provincia es una batalla compleja.
Pero, tener buena presencia en la Legislatura ya es considerado como un logro para un espacio que viene empujando al estilo “corazón valiente”.
Se juntaron todos. La educación reunió a dirigentes políticos y del ámbito institucional en una fiesta que reconoció a quienes hicieron posible la creación de la Universidad Nacional de Villa María. En Monet, el ambiente académico reinó y las diferencias políticas partidarias quedaron relegadas. El festejo por los 20 años de la UNVM los juntó a todos. Una hermosa noche matizada con la excelente actuación del Ensamble instrumental y una demostración del talento para cantar que tiene el decano de Ciencias Humanas, Luis Negretti.