EL DIARIO cumple veinticinco años de vigencia ininterrumpida, con su presencia, todos los días, en más de cinco mil hogares de la región de Villa María y su zona de influencia. Pero además debemos tener en cuenta su edición digital, en su propia página web, que nos acompaña a cada rincón del mundo donde circunstancialmente podamos estar, y conecta a muchas personas que por alguna razón tienen a nuestra zona como su centro de atención, ya sea porque nacieron o vivieron en esta región o porque tienen un amigo o porque visitaron en algún momento este lugar y muchas otras razones.
En lo personal, no puedo ser imparcial: ha significado una parte existencial de mi vida. Allá por mayo de 1984, al poquito tiempo que se fundara, me vinculé a la empresa y, si bien estuve poco tiempo, de aquella época tengo innumerables vivencias, pude conocer a muy buena gente, de quienes aprendí muchas cosas.
Es importante reconocer que Hugo Las Heras, su fundador, introdujo la más moderna tecnología de aquel momento. Se incorporaron máquinas de escribir IBM programadas para editar en columna, con memoria y corrector y se implementó la sala gráfica de Armado, con un trabajo realmente artesanal, digno de destacarse. La impresión se hacía por el sistema offset, pero al no contar con rotativa, cuando se concluía el diario, alrededor de las doce de la noche, comenzaba la logística de llevar todo lo realizado hasta Río Cuarto y traer los ejemplares terminados.
La jornada más significativa fue la del desgraciado incendio de la cúpula de la confitería Kabranca. Al producirse el hecho el prototipo ya estaba en Río Cuarto, pero rápidamente periodistas y gráficos trabajaron para cambiar la tapa y parte del interior con las fotos del incendio y se llegó a tiempo a Río Cuarto para salir actualizado. A las siete de la mañana EL DIARIO estaba en la calle con "la" noticia y las fotos.
Pero quizá el día más importante de la historia de EL DIARIO fue el 13 de diciembre de 2001, cuando en plena decadencia económica y financiera, los trabajadores del medio lograron aunar esfuerzos y voluntades para hacerse cargo, y lo que muchos definían como una utopía, se conformó la Cooperativa de Trabajo “Comunicar”, que pudo darle continuidad, salvando más de cuarenta fuentes de trabajo (aunque lo más destacado fue mantener al medio gráfico, que ya era una tradición y costumbre arraigada de los villamarienses).
Me piden que destaque una tapa que me haya impresionado, pero en realidad son tantas que es imposible mencionarlas y “EL DIARIO” me gusta todo, aún cuando no me gusta alguna nota, porque lo que más quiero destacar es la independencia absoluta y libertad de criterio de cada periodista, que espero se conserve por siempre.
Jorge Valinotto,
ex legislador y referente del Frente Cívico
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