La polémica partida del experimentado DT causó sorpresa no sólo porque sólo había participado de apenas dos prácticas, sino también porque ayer llegó a la ciudad con un preparador físico y un jugador (Taborda) que traía como refuerzo. Sin embargo, en la ciudad lo estaban esperando con cierta incertidumbre.

Tras un par de horas de reunión en un café de la ciudad, el técnico decidió dar el portazo, al mismo tiempo que los dirigentes ya se habían desencantado. 

¿Qué pasó? El tema estuvo en el pedido de una prima que hizo el técnico y que la dirigencia no estuvo dispuesta a pagar.

Después de haber arreglado el monto que iba a percibir mensualmente, parecía que la situación económica estaba sellada. Pero la prima fue el eje de la polémica.

Agüero le contó a EL DIARIO que las diferencias existieron desde el viernes.

“Ragusa es uno de los mejores técnicos que hay, pero en lo humano me falló porque habíamos hablado una cosa y después me salió con otra; yo soy frontal y le dije que eso no me gustó”, comentó el dirigente, uno de los que más fuerte apuesta para armar la estructura rumbo al Federal B.

“Lo de la prima me lo dijo el viernes y le respondí que íbamos a seguir hablando porque no era lo que habíamos acordado de antemano; ayer lo esperamos para decirle que nos cambió lo que hablamos de un principio y él entendió al revés”, añadió.

 

“Decepcionado”

Verborrágico y molesto, Ragusa también dijo lo suyo y sostuvo que quienes “cambiaron las reglas del juego” fueron los dirigentes.

“Lo de la prima estaba hablado y hasta me habían dado un adelanto”, comentó.

“Conmigo se confundieron, yo fui claro y por eso el fin de semana hablé con jugadores importantes para llevar, me comprometí con el ‘profe’ que yo llevaba de Renato Cesarini, pero me salieron con otra cosa”, agregó el técnico.

Además, indicó: “Esto no me pasó en mi vida. Estoy decepcionado, pero ahora entiendo por qué Alumni pelea siempre el descenso”.

En ese sentido, con tono crítico, amplió: “Villa María es una gran ciudad, hermosa, pero en el club no se ponen de acuerdo y se ve que están acostumbrados a tratar con ‘Juan de los Palotes’; yo tengo una trayectoria”. 

“El mismo viernes, el presidente (Sergio Hidalgo) decía que había que pelear para no irse al descenso y Coco (Agüero) quería pelear el ascenso; discutieron al frente mío y ahí dije ‘¿Qué es esto?’, pero igual yo me había entusiasmado por el hermoso predio que tienen, por la ciudad y porque me quedaba cerca de casa. Después me salieron con otra cosa”, recalcó.

Agüero dijo que el dinero que se había llevado Ragusa correspondía a un adelanto del sueldo. En definitiva, las dos posturas diferentes marcaron la ruptura.

 

¿Y ahora?

A sólo 35 días de la fecha de inicio del Federal B, la corta novela de Ragusa convulsionó al Club Alumni, cuyos directivos tuvieron que salir a buscar rápidamente un sucesor.

Hidalgo resaltó que “la idea es encontrar un técnico que haya dirigido en la categoría y haya ganado algo. Ragusa reunía las condiciones, pero a veces pasan estas cosas en el fútbol”.

“Ya hablamos con cerca de seis técnicos y cada cinco segundos nos llaman para ofrecernos, así que vamos a tratar de definir esta semana”, agregó el directivo, al tiempo que informó que, por cuestiones de tiempo, el nuevo DT deberá adaptarse a algunos refuerzos que van llegando.

Por lo pronto, el plantel seguirá trabajando bajo las órdenes del coordinador Sebastián López, quien dirigió al equipo durante el Provincial junto a Víctor Bengoa.

Claro que, a la decisión del nuevo técnico se suma también la necesidad por los refuerzos y, hasta el momento, el único que arribó al club es el volante Juan Marcelo Aimar, proveniente de Villa Mitre de Bahía Blanca.

 

Por “Bujía”

Mientras, Alumni aceleró las gestiones para repatriar al centrocampista César Ariel Quiroga, de reciente paso por Estudiantes de Río Cuarto.

“Bujía” Quiroga, de 36 años, ya mantuvo conversaciones con un directivo y es posible que mañana llegue a la ciudad para acordar su incorporación.

Su llegada reforzó el mediocampo, aunque de acuerdo a la recomendación de Ragusa, el club necesitaba también sumar, “por lo menos” un arquero, dos centrales y dos delanteros, con la idea de armar algo más importante para pelear un ascenso.