El humorista cordobés Cacho Buenaventura reveló ayer que aceptó acompañar a Eduardo Accastello porque le pareció “muy valiente” la propuesta que le hizo el candidato de “Córdoba Podemos” y que cuando se lo pidió lo hizo mirándolo a los ojos.
“Me parece muy valiente su propuesta, me interesa, y me la hizo mirándome a los ojos”, se sinceró el reconocido artista oriundo de Cruz del Eje en declaraciones a una emisora de la capital provincial.
Entrevistado por el animador Rony Vargas, conductor del programa “Viva la radio” de Cadena 3, el flamante compañero de fórmula del intendente de Villa María se mostró abierto a aprender y adelantó que abandonará los escenarios para dedicarse a la actividad política.
Luis Eduardo Bonaventura (tal su nombre verdadero) admitió que dejará la actividad artística para prepararse en política y confesó que fue su hijo Luis quien que lo motivó a aceptar la propuesta de Accastello: “Mi hijo me dijo… ‘cabeza, qué buen momento para que aceptes’. Mi primera respuesta fue no, pero hace tiempo que estoy escuchando a mi hijo, escucho lo que piensa y le hago caso en un montón de cosas”.
Y agregó: “Me dijo… ‘cabeza, vos que estás pensado en retirarte de los escenarios, es la posibilidad de que escuches a la gente luego de que la gente te escuchó tanto. Por eso, tu Tatita quiere que estés ahí’… y acá estoy”.
“Estoy dispuesto, no preparado. Estoy dispuesto a aprender y que el Tata me ilumine. He decidido meterme en este camino y abandonar la comodidad de donde estaba”, completó el humorista.
Por otra parte, al ser anoticiado que el gobernador José Manuel de la Sota había opinado favorablemente sobre su postulación, Buenaventura exclamó: “¡No sabés la felicidad que me das, Rony! Si había algo que atentaba contra lo feliz que estoy, era la opinión del gobernador”.
“Ayer hablé con él y me preguntó si iba a incursionar en la política y luego quedamos que íbamos a tomar un café un día de éstos. Después, de repente, me dicen que ‘La Voz’ (del Interior) decía otra cosa. No me imagino peleado con De la Sota. Soy un tipo que representa a Córdoba y amo hacerlo”, dijo.
Buenaventura le agradeció el apoyo del Gobierno de Córdoba en las campañas publicitarias. “De la Sota y (Juan) Schiaretti pensaron que era la cara y la voz que podía decir un montón de cosas. Me contrataron, me pagaron, me cuidaron y el trato fue siempre de ‘Cachito mío’ y siempre fueron muy cuidadosos conmigo”, aseguró.
En otro sentido, sostuvo que la propuesta de Accastello fue la primera que recibió y admitió que al principio la rechazó. “Estoy convencido que Córdoba está bellísima, pero también creo que podemos lograr que esté mejor”, afirmó.
Al ser consultado sobre las diversas opiniones que generó la noticia de su postulación, Cacho señaló: “Como era de esperar, nadie tiene una adhesión del 100%. Imaginate que Jesús vino a salvarnos y lo llevamos a la cruz. Era de esperar que no a toda la gente le gustara. Ese será mi desafío”.
El análisis de un consultor cordobés: Una noticia de alto impacto
La decisión de que el humorista Cacho Buenaventura sea el compañero de fórmula de Eduardo Accastello para las elecciones a gobernador tuvo un importante impacto en los medios y en la consideración de la opinión pública, según indicó el consultor cordobés Luis Dall’Aglio, de la empresa Delfos.
“Lo primero que le aporta a Accastello es mucha visibilidad. Hace 24 horas que está en la consideración de los medios”, opinó el analista al ser consultado por Canal 10. Asimismo, sostuvo que “la decisión de incorporar al humorista parte de un diagnóstico donde se admite que la sociedad está enojada”.
El consultor sostiene que hay un electorado abierto a observar esa decisión favorablemente, sobre todo en la capital provincial. Allí, Dall’Aglio encuentra un electorado que está más descreído, más fragmentado y donde esa situación tendrá un mayor impacto.
Aunque admitió que existe un amplio sector que tuvo una reacción negativa, dado que se sintió “defraudado” por la opción, así como un gran número de militantes kirchneristas a quienes la decisión no les cayó en gracia, el analista cree que la tendencia puede revertirse.
“La apuesta es dirigida a un porcentaje de votantes, que le permita una consideración distinta, para entrar a un plano de mayor competitividad, en una elección que se presentará muy disputada”, indicó.
