El decano del Instituto de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Villa María, Luis Negretti, confirmó ayer que durante el curso de ingreso a la carrera de Medicina hubo cambios “con el fin de lograr que ingresaran 60 personas” -cupo que se estableció desde el inicio- y de ser “lo más justos posible”.
La versión del funcionario sobre cómo se dieron los hechos fue coincidente con el relato que brindaron en esta Redacción dos alumnos que cuestionaron las características del ingreso.
Aquí, los puntos principales de cómo se evaluó a los aspirantes:
-Por reglamento se estableció que los alumnos debían asistir a clases y rendir 11 parciales, aprobándolos con 6 puntos como mínimo.
-El primer parcial fue de Química y casi la mitad del alumnado rindió con nota menor a 6 puntos. “De 270, nos quedábamos con sólo 135 personas”, admitió ayer Negretti al dialogar con algunos medios de comunicación.
Entonces, la Comisión de la Carrera de Medicina (Cocamed) estableció que la exigencia de una calificación de 6 puntos iba a ser para el promedio y no para la nota mínima de cada parcial.
-De agosto a diciembre del año pasado hubo cuatro parciales. Cuando se realizó el quinto parcial, que también fue de Química, quedaban 100 alumnos y le fue mal a una veintena. Hubo algunos reclamos y se solicitó un recuperatorio.
-Ante ese planteo, la Cocamed resolvió brindar la posibilidad de recuperatorio al finalizar el cursillo de admisión “en tanto no hubiese estudiantes que cumplieran con todos los requisitos”, según aclaró el decano en la víspera.
-El temor de los integrantes de la comisión, analizando los parciales que aún quedaban por tomar a esa instancia, era que resultaran muy pocos los que lograran cumplimentar los requisitos para el acceso. Sin embargo, en las evaluaciones posteriores se redujo la cantidad de aplazados.
-Finalizado el curso, se observó que 68 personas habían aprobado los 11 parciales y que había 10 en situación de hacer un recuperatorio.
De los 68 aprobados, 56 cumplimentaron la nota mínima de 6 puntos de promedio o más.
-La Cocamed (que componen además de Negretti, el coordinador de Medicina, Alberto Dain, la secretaria académica de Ciencias Humanas, Gloria Vadori; la directora del Centro de Estudios en Salud, Paula Cooke; el director de Salud de la UNVM, Pedro Trecco; la secretaria académica de la casa, Margarita Schweizer y el asesor de la Secretaría Académica, Juan Sardo) decidió entonces proceder a completar la cantidad prevista en un comienzo, la de 60 personas, realizando un órden de mérito. A tal fin se tuvieron en cuenta a quienes habiendo aprobado la totalidad de los parciales no llegaron al promedio de 6 pero superaron los 5,75. Esto fue para no dejar vacante cuatro espacios, atendiendo a la capacidad instalada y a instalar en la Universidad para el dictado de Medicina.
-Finalmente ingresaron 62, porque en el puesto 59 se dio un triple empate entre alumnos que tuvieron un promedio de 5,79.
-Por su lado, sólo habían recuperado tres personas “por ausencia justificada”.
-El recuperatorio planteado en su momento nunca se produjo, lo que motivó quejas. Para la Comisión, el mismo “perdió eficacia en tanto existen alumnos que aprobaron los 11 parciales”, por lo que “es más loable la circunstancia de haber aprobado los exámenes y priorizar a aquellos que se encuentran en dicha circunstancia por sobre aquellos que debieran recuperar”.
-Negretti recalcó ayer que en el ámbito académico es usual redondear las calificaciones en tanto se acerquen al número entero, en este caso 6 puntos. Y subrayó que los 62 que sortearon el cursillo lograron un promedio mayor a 5,75.
-Además, el decano rescató que entre quienes debían recuperar no existe ninguno con un promedio por encima de 6.
-Por otro lado, admitió que “en algunos parciales” redujeron la exigencia de cantidad de respuestas correctas, “siempre con el fin de contener al alumnado”.
Sin respuestas: El caso de Lucas
Lucas Basualdo tenía todas sus expectativas puestas en lograr ingresar a la carrera de Medicina. Sin embargo, no tuvo respuestas del Estado (o las tuvo, pero de manera tardía) para poder movilizarse y llegar hasta la Universidad para asistir al dictado del curso de admisión.
El joven está en sillas de ruedas y no conseguía taxi que lo trasladara sin costo, tal como lo establece una ordenanza en vigencia. Ante su demanda, desde la Municipalidad demoraron mucho tiempo en tomar cartas en el asunto. Y ya era tarde.