Quiero felicitar y agradecer a un grupo de niños y adolescentes por los sentimientos y corazón que manifiestan a la hora de relacionarse con los animales.
"La compasión por todos los seres vivos es el más noble atributo del hombre", y ellos, pequeños aún, ya demuestran un fuerte interés por cuidar, respetar y, si es necesario, mejorar la calidad de vida de animalitos que lo precisan. Son ellos Paula Quintana, Gianella Guarino, Paloma y Mora Suescum, Julia y Ciro Vaudagnotto, Angeles Porporato y Rodrigo Fassi.
Fomentar e inspirar, creando conciencia, formando hábitos de vida en comunión con la naturaleza, es uno de los legados principales que nosotros, como seres humanos que somos (muchas veces más depredadores que cualquier especie animal), debemos cumplir. Siempre tomando en cuenta que "la tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos".
Quien ha podido disfrutar en la infancia de una amistad con una mascota, seguramente cultivando los valores de respeto, amor y compasión, conserva recuerdos que lo marcaron para siempre.
El caballo es un animal que ha inspirado al ser humano de infinidad de maneras durante al menos 4.000 años. En la historia de la civilización, el caballo ha sido a menudo el factor crucial que ha facilitado desplazamientos, la producción y el desarrollo; es uno de los animales más populares y familiares, que convive con las personas en todo el mundo.
Desde que nace está preparado para huir del peligro a gran velocidad, aunque normalmente se comporta de forma relajada, para conservar su energía. Ha transportado a personas a lo largo de miles de kilómetros, ha trabajado en granjas, comunidades… incluso ha sido llevado a la guerra.
Pero ninguna de estas actividades son naturales para el caballo, aunque su voluntad de compañerismo explique su satisfactoria cooperación.
Madrinas y padrinos
A lo largo de los años, desde El Potrerito también se han creado vínculos con aquellas familias responsables y comprometidas, cuyo único “vehículo” es un caballo, porque consideramos que cultivar la conciencia y la compasión es primordial para que cada vez sean menos los casos de estos animales que tienen que pasar por graves estados de salud. Los niños nombrados al principio tienen de ahijado un caballito. Con esta modalidad se intenta acercar las realidades de dos familias, intercambiar conceptos, poniendo a uno en el lugar del otro, buscando la manera de lograr cambios positivos, generando el compromiso, además de ayudar si fuera necesario.
"Sé tú mismo el cambio que quieres ver en el mundo", es nuestra frase de cabecera. Y es por eso que en este día tan especial, destacamos a estos niños y agradecemos a las familias que acompañan sus valores y sus iniciativas.
Natalia Videla
El Potrerito