Luis Eduardo Achmad, un villamariense de 37 años radicado en Villa Nueva, denunció que tanto él como el resto de su familia quedó en la calle y que no recibe respuestas habitacionales por parte del Estado local.
“Se está por cumplir un mes de aquella triste mañana del desalojo, en la que con mi familia entera quedamos en la calle, a la deriva, sin saber qué hacer ni adónde ir”, señaló a EL DIARIO.
Su grupo familiar está compuesto por su compañera y sus tres hijas de 9, 12 y 14 años.
“En mi desesperación y tras ver la angustia de mis hijas, opté por dirigirme a la Municipalidad para hablar con el intendente, Guillermo Cavagnero, o con el concejal Natalio Graglia, esperando obtener alguna solución, ya que desde siempre hemos colaborado con ellos en época de campaña”, relató.
“Siempre nos prometieron un plan de vivienda, que nunca se concretó. Después de las elecciones, quedaron sin efecto nuestros sueños e ilusiones”, subrayó Achmad, quien dijo esperar que esta nota “sirva para hacerlos reflexionar que mientras ellos gozan del confort de sus hogares hay una familia entera en la calle”.
“No me pagaban”
Los Achmad vivían en la calle Mitre 679. El “trabajaba para el dueño de la casa, pero tuvimos una discusión porque no me pagaba. Hace siete años que estaba ahí, sin contrato ni nada, no me quería pagar lo que me debía y me inició una acción de desalojo”, explicó ayer a este matutino, cuando lo consultamos tras haber dejado una carta en nuestra Redacción solicitando ayuda.
Precisó que efectuaba labores de mantenimiento en distintos espacios que pertenecían al propietario de esa vivienda de calle Mitre, hasta que el viernes 10 quedó con su familia a la intemperie. Tras eso, concurrió todas las semanas, todos los días, al municipio, “y nunca tuve nada concreto”, según aseguró en la víspera.
“Me pidieron que buscara algo para alquilar, algo que me es imposible: no tengo trabajo estable, recibo de sueldo, nada. Ese día las nenas salían del colegio y estábamos en la calle y desde la Municipalidad no hicieron nada”, reclamó.
Durante una semana durmieron en la casa de una vecina que les cedió solidariamente un espacio. Luego se radicaron en el hogar de su cuñada, en barrio El Vallecito, donde se encontraban en la víspera. “Estamos acá en una piecita, pero no podemos seguir mucho tiempo. Necesito trabajar, que me den una mano”, dijo el vecino, que sobrevive con changas.
Para contactarlo, pueden dirigirse a Tierra del Fuego 63, en barrio El Vallecito, o comunicarse al 0353-155629080.