El sacerdote Pedro Lucchese sostuvo que la generación de fuentes de empleo debe ser un objetivo en común en la campaña electoral, recalcó que en el Siglo XXI continúa existiendo trabajo esclavo y advirtió que el desempleo en jóvenes es el triple que en los adultos.
Lo hizo ayer, en la homilía que ofreció en la misa por el Día del Trabajador,realizada a las 10 en la Capilla San José Obrero, en el barrio Parque General Paz.
Con una iglesia colmada de fieles, el pastor envió mensajes a los gobernantes, a los líderes políticos, a los empleadores, a los dirigentes sindicales y hasta a los docentes. Fue un pronunciamiento contundente, que emitió con serenidad y pausadamente, y fue seguido atentamente por toda la feligresía.
“En este tiempo de decisiones electorales, en el actual debate electoral, la necesidad de generar fuentes de trabajo debe ser uno de los objetivos compartidos por todas las fuerzas políticas”, dijo el padre. “Se alienta o alentamos o buscamos que se constituyan las fuentes de trabajo en una de las políticas de Estado”, añadió.
“La Iglesia recuerda que el trabajo decente es fundamental para la dignidad y el desarrollo integral de las personas. En este día que celebramos a nuestro Santo Patrono, vaya el mensaje a todos los trabajadores, cualquiera sea su rol y jerarquía: honremos la tarea que nos ha sido encomendada, aportando nuestros dones para hacer las tareas bien, obrando con fidelidad y responsabilidad. San Pablo decía: ‘Cualquiera sea el trabajo de usted, hagalo de todo corazón’”, expresó.
En este contexto, llamó a promover “el diálogo, la armonía y la solidaridad en el ambiente de trabajo, respetando y haciendo respetar nuestros derechos y los ajenos, conscientes de que el bien común se constituye cada día y en cada uno”.
Mensajes para todos
En su homilía, Lucchese destinó pedidos a diferentes sectores. Así, les dijo “a los gobernantes, legisladores y líderes políticos” que “prioricen las acciones tendientes a generar empleos genuinos, productivos, incentivando a los empleadores a crear, invertir y saber tomar los riesgos, promoviendo la competitividad de las empresas, facilitando el crecimiento y el desarrollo, velando por la abolición del trabajo esclavo”.
Esto último lo llevó a destacar que “todavía hoy, en el Siglo XXI, hay trabajo esclavo y en negro”.
Renglón seguido alertó que el desempleo en jóvenes triplica el de los adultos, por lo que instó a revertirlo. También solicitó crear “las condiciones para superar la prolongada etapa de los subsidios paliativos del desempleo y posibilitar el acceso a fuentes de trabajo auténticas, que dignifiquen plenamente al ser humano, a la persona”.
En su declaración no pasó por alto a los empresarios. Les demandó que se “desarrollen con energía y creatividad emprendedora, generando puestos de trabajo con salarios justos que antepongan el bien común de las personas al lucro, comprendiendo el sentido solidario de su actividad como una misión de ofrecer los dones recibidos para el bien de los demás”.
Rezó para que los educadores, con “su palabra y testimonio”, contribuyan “a recrear la cultura del trabajo, preparando a los niños, adolescentes y jóvenes para asumir responsabilidades y aportar sus dones a las comunidades a las que pertenecen y que puedan asumir el trabajo como una vocación, evitando la tentación de que todo les sea dado”.
A los dirigentes sindicales, por su lado, les encomendó que “respeten fielmente los genuinos intereses de los trabajadores, deponiendo intereses y cuestiones personales en pos del bien común y del movimiento obrero, utilizando el poder que otorga la negociación colectiva para la defensa de la remuneración justa, de las condiciones y seguridades laborales, desarrollando demandas y condiciones honestas, siempre en el marco de la ley”.
La procesión
Lucchese presidió la ceremonia religiosa, que se extendió por una hora. En un momento, le pidió a San José Obrero que “nos aliente a responder a la tarea que nos compete para poder llegar al próximo 1 de Mayo, el de 2016, con menos desempleo, menos trabajo en negro, mayores salarios y condiciones de trabajo más adecuadas”.
También rezó para que se termine el trabajo esclavo y que existan “más oportunidades para los jóvenes” y, en consecuencia, generar “una sociedad más justa”.
Al finalizar la misa, la feligresía se encolumnó detrás de la imagen del Santo Patrono y salió a la calle para iniciar una procesión en su honor.
Fotos
La capilla de la calle Mendoza estuvo totalmente colmada de fieles, que luego se sumaron a la procesión
Lucchese les pidió a los gremialistas que utilicen “el poder que otorga la negociación colectiva para la defensa de la remuneración justa” y mejores condiciones laborales
En la ceremonia se rezó para que el próximo 1 de Mayo haya menos desempleo
Niños y niñas en la capilla, protagonistas de la celebración religiosa