Jesús Torres lleva la mitad de su vida arriba de un taxi. Veinticinco años viendo la ciudad transformarse desde atrás del parabrisas. Ayer, jornada en que se conmemoró el Día del Taxista, dialogó con EL DIARIO repasando las dificultades de embanderar esta actividad en una ciudad que tiene uno de los parques automotores más altos del país.

“Siempre fue precario el trabajo de chofer de taxi”, consideró, quien fue durante cuatro años presidente de Radio-Taxi, pero no se quedó ahí, sino que justificó: “Tan precario que se usa una palabra tan fea para denominarnos: “peón de taxi”. La palabra peón es denigrante, lo minimiza, por eso nosotros nunca hablamos de peón, somos choferes”. 

 

Ver crecer la ciudad

Era zapatero, pero cuando empezaron a llegar a Argentina calzados desde Brasil, industrializados y a precios bajísimos, decidió probar con el volante. “Durante unos años trabajaba en el remís y al mismo tiempo tenía una fabriquita de calzado en mi casa, pero después vendí todo y me dediqué a esto”, contó.

Fue en 1990 cuando comenzó. “Hace 25 años que recorro la ciudad de punta a punta”, afirmó Jesús, y en base a eso, asegura que “he visto la ciudad crecer y expandirse, vi cómo fueron apareciendo nuevos barrios”, pero hay algo que, cree, marcó un quiebre en el desarrollo de Villa María: “La llegada de la Universidad Nacional, eso hizo explotar la ciudad”.

Este crecimiento trajo aparejado también un gran incremento en la cantidad de vehículos que circulan a diario en la ciudad, y Jesús no duda al momento de calificar como “caótico” el tránsito por las arterias villamarienses.

“Entrás al centro y ves una cantidad de vehículos tremenda, semáforos cada 120 metros, se juntan las colas, se hace un caos, todo el mundo quiere estacionar en la puerta de donde se dirige, el tránsito en Villa María es caótico, y en los horarios picos, en los días de lluvia, en cercanía a los colegios, mucho más”, describió.

“El parque automotor que tiene Villa María es tremendo y las facilidades de financiación que había hizo que crezca mucho más. Me animo a decir que el número de autos por habitante supera el nivel de Capital Federal”, comparó.

 

Dificultades

“A nosotros el Boleto Educativo Gratuito nos está lastimando”, lanzó sobre el plan del Gobierno de Córdoba para que los estudiantes viajen gratis. “Me parece bien, le da la posibilidad a los que menos tienen para viajar sin pagar, pero a nosotros nos está sacando clientes”, justificó.

De esta forma empezó a contar Jesús las dificultades que atraviesan los taxistas. “Hoy el país está en una crisis económica muy grande, y lo sé porque los taxistas hablamos con el que vende ropa, hablamos con el almacenero, con el jubilado, el que tiene una lavandería, y te lo dicen”, sostuvo, y comentó: “Lamentablemente dentro de poco nuestra tarifa va a tener que ser aumentada, los costos que tenemos son elevados, pero si el Gobierno local a nosotros nos diera algún beneficio, por ejemplo, lograr que tengamos una rebaja con el GNC que en Villa María es uno de los más caros de la provincia, y lo aumentan cuando y como quieren las empresas, no tendríamos que tocar la tarifa”.

 

Inseguridad

Para los taxistas, trabajar durante las noches implicaba un gran riesgo. Sin embargo, Jesús cuenta que “se hizo poner en los taxis un sistema de GPRS para rastreo satelital, que en algunos casos funciona y en otros no, según el auto, pero más allá de esto, cuando se conoció en la ciudad que teníamos un sistema de seguridad, se frenó un poco el robo y el asalto a los taxistas”.

“Los choferes somos muy solidarios entre nosotros”, destacó, y concluyó, casi en tono de advertencia: “Es importante que sepa que quien intenta robar un taxi, gracias al GPRS tanto la Policía, la Municipalidad como la central saben dónde está y automáticamente va a tener a la Policía y a los compañeros del taxi al lado”.