Escribe: Daniel Cerutti
En un partido que tuvo altibajos y desaciertos en su evaluación técnica, Playosa y Unión Social dividieron honores en un tanto por bando, resultado que en el análisis general puede considerarse justo, pero que objetivamente no conformó a ninguno de los protagonistas.
Carentes de alternativas de interés transcurrieron los primeros minutos, con dos equipos bien plantados que no otorgaron ventajas a los organizadores del juego adversario. Desprolijos en el traslado, ambos se ocuparon de establecer férrea marcación en el medio campo, aspecto que impidió la proximidad hacia las áreas.
Sin embargo, bastó que a los 11 m se inspirara uno “de los que saben”, Jorge Servetti, quien receptó una pelota en profundidad, con habilidad se filtró entre los centrales defensivos visitantes y cuando llegó hasta Marcelo Zavala con toque de real categoría, introdujo la pelota en la valla sin otorgar ninguna chance al “Mono”, convirtiendo un golazo y marcando ventaja parcial para el anfitrión. Ventaja hasta esos momentos generosa para Playosa, pero ciertamente demostrativa de efectividad individual.
Unión Social reaccionó, sin mucho orden, pero con ambición, obligando por minutos a un trabajo sostenido de Garetto y los suyos. El local, más contenido, se limitó a esperar la opción del contragolpe. Minutos después, Zavala cortó de milagro un difícil disparo de Piva y posteriormente Vaglio marró un cabezazo a escasos metros de la oposición del guardavalla.
A los 33 m en su primera jugada de verdadero peso ofensivo, Unión Social arribó al empate; luego de un tiro libre se produjo una indecisión de los marcadores albos, la pelota quedó sin control en el área y Heredia, muy atento, conectó con certero remate a un rincón de Garetto marcando la igualdad, que sería definitiva. Hasta el final del período, el partido tuvo otro ritmo y las acciones de riesgo se sucedieron, obligando a la gestión de los defensores, que debieron multiplicarse en su tarea.
Unión Social fijó diferencia en el desarrollo luego del empate, con un estilo más compacto y organizado, exhibiendo un nivel más lúcido en la concepción del juego y arribando con más frecuencia a posiciones ofensivas. Un primer tiempo que careció de características técnicas destacables, pero luego de la apertura por Servetti, ofreció acciones esporádicas que determinaron sensación de peligro y obligaron a las retaguardias a extremar recursos.
En el segundo tiempo Unión Social avisó de entrada, con un disparo franco de Casales apenas desviado; repitiendo luego Valdivia tras un error defensivo local. Mejor el visitante en el ordenamiento del juego, aprovechando ciertas desinteligencias de Playosa en el medio campo, donde Genre y José Aimar, bastante distanciados, eran superados por su pares del huésped. El desarrollo se vio perturbado por un clima de tensión creciente expuesto por algunos jugadores, ante la pasividad del árbitro Marzolli, que con desaciertos en su tarea conspiró para un trámite más normal.
Unión Social pareció mostrar un concepto más pragmático de juego y hasta los 20 m contó con chances más sostenidas; con ciertas jugadas de mérito que lo acercaron a la segunda conquista, como la contención milagrosa de Garetto sobre la línea de gol, cuando la pelota había superado su control luego del envío de Valdivia. Los momentos finales fueron para el olvido; ambos se dedicaron a romper juego más que a construir; se perdió la imagen del espectáculo, con alguna intentona esporádica en ataque que no arrojó resultado preciso. En el análisis general y a pesar de que en segundo tiempo Unión Social estructuró una relación de equipo más firme que el local, el resultado final puede considerarse justo, pero definiendo el desarrollo de un cotejo que no superó la evaluación de mediocre.
Figura
Ezequiel Freytes
El volante del equipo visitante fue dinámico y constante en su accionar. En el segundo período fue el organizador de la mayoría de los arrestos ofensivos de su equipo. Por momentos, se tornó incontrolable para los defensores locales.
Arbitro
Eduardo Marzolli
Mal. Cometió errores de apreciación en numerosos fallos. En el segundo período hubo momentos en que el partido pareció escapar a su control. Debió por lo menos expulsar a dos jugadores más por cada bando. Desafortunada tarde en el trabajo del conductor de la brega.