Un joven villamariense con serios problemas de drogadicción fue condenado ayer a cuatro años de prisión efectiva por dos asaltos perpetrados en esta ciudad (uno de los cuales no llegó a concretarse, aunque lesionó gravemente a su víctima) y durante el tiempo que permanezca en la cárcel será sometido a un tratamiento para que pueda superar su adicción a la marihuana.

Franco José Miguel Arce se declaró culpable de los hechos que se le atribuían y posibilitó que la audiencia de debate se realizara bajo la modalidad de trámite abreviado, es decir, omitiéndose la recepción de pruebas testimoniales.

Arce, un peón de albañil de 21 años (23 de junio de 1993), con último domicilio en la calle Deán Funes 723, en el barrio General Roca, se encuentra detenido desde el 7 de agosto pasado, tres días después de haber apuñalado a José Ignacio Salomón (34), hijo del conocido dirigente de Acovim, Roberto Salomón.

En efecto, el lunes 4 de agosto de 2014, alrededor de las 7 y en momentos en que estaba por entrar a su casa, Salomón fue abordado por dos sujetos que le exigieron que les entregara dinero.

“¡Dame la guita!”, le reclamó uno de los delincuentes, luego identificado como Arce. Pero cuando le dijo que no llevaba nada de valor, se abalanzó sobre él y le asestó dos puntazos en la región abdominal que, sólo por milagro, no afectaron ningún órgano vital.

“¡Vas a ir en cana, boludo!”, exclamó Salomón, lo que imprevistamente puso en fuga a los malvivientes, por lo que el robo no se concretó. 

Tras el ataque, Gaspar Salomón, hermano del hombre asaltado, lo trasladó al Hospital Pasteur en el mismo auto en el que aquel había regresado a su casa, ubicada sobre la calle Estados Unidos, entre Santa Fe y Catamarca.

“Por fortuna, los cuchillazos no le afectaron ningún órgano vital, aunque debió ser operado en el Hospital Pasteur”, fueron las palabras del papá de la víctima al ser consultado por EL DIARIO horas después del ataque.

En tanto, durante el juicio oral y público sustanciado en la víspera pudo saberse que, al momento de perpetrar el frustrado asalto, Arce se encontraba “muy drogado” y tal vez por esa razón desistió de continuar con el asalto.

Por este hecho, el joven trabajador de la construcción fue acusado como supuesto coautor de “robo calificado por uso de arma” blanca. Sin embargo, el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, pidió el cambio de calificación legal y terminó acusándolo por “lesiones graves”, ya que las heridas recibidas le demandaron más de 30 días de curación.

El otro hecho que se le atribuía a Arce se produjo a mediados de 2012, cuando junto a un adolescente de 16 años y con la modalidad de “motochorros”, le sustrajeron un reproductor MP3 y unos auriculares a un empleado del bingo que caminaba por las inmediaciones del Centro Cultural Leonardo Favio.

Si bien en aquel atraco Arce y su cómplice no utilizaron armas de ningún tipo, sino que le asestaron a su víctima un puñetazo para reducirla, el hecho fue caratulado como “robo calificado por la participación de un menor”.

Los jóvenes delincuentes huyeron raudamente del lugar a bordo de la moto en la que se conducían, pero fueron detenidos pocos minutos después.

Además del fiscal Márquez, participaron en este proceso el camarista Félix Martínez y los abogados villamarienses Rodrigo Hayas y Pablo Macarini, mientras que la secretaria actuante fue Gabriela Sanz.

Previo al debate, ambos defensores y el acusador público habían acordado solicitar la pena finalmente impuesta por el juez Martínez, aunque con el agregado de que en la sentencia se incluyera la realización de un tratamiento especializado para que Arce pueda superar la adicción que padece.

Fue así que el magistrado ordenó que el joven convicto sea sometido a un tratamiento psiquiátrico y otro antinarcóticos durante el tiempo que permanezca alojado en el Establecimiento Penitenciario Nº 5.

En principio, Franco Arce deberá completar dos años y ocho meses tras las rejas (los dos tercios que exige la ley para, recién entonces, solicitar la libertad condicional), por lo que estaría en situación legal de ser excarcelado el 7 de abril de 2017, siempre y cuando observe buena conducta y se someta a los tratamientos indicados.