La tradicional esquina de Buenos Aires y General Paz, en pleno centro de Villa María, no tuvo dueño anoche porque el superclásico quedó trunco. Se esperaban festejos de un lado u otro, de Boca o de River... pero no pudo ser.
En la segunda foto, un grupo de hinchas tomando algo en un bar céntrico para terminar de ver el partido y salir después a festejar o salir con la cabeza gacha. Ni una cosa ni la otra. En la imagen, el preciso momento en que el encuentro fue suspendido.