El 17 de mayo se celebra el Día del Reciclaje. En esta ocasión, vale la pena preguntarnos por qué los residuos se han vuelto un problema para la sociedad. 

Más de 160 millones de toneladas de residuos se produce anualmente en América Latina, un volumen de “cosas” que desechamos difícil de dimensionar. Y es que los residuos son el espejo de nuestra sociedad consumista e insostenible.

Pero hay una búsqueda por alcanzar un modelo de desarrollo alternativo, basado en los principios de respeto hacia la naturaleza, en sintonía con los límites de sostenibilidad ecológica y los principios de justicia ambiental. 

Los protagonistas de esa búsqueda son los recicladores de base, los líderes locales visionarios, los innovadores, los profesionales y los funcionarios que hacen la diferencia, y el sello que los une es “Basura Cero”. 

En la medida que nos desprendamos de la idea primitiva de la quema y enterramiento de los residuos y demos lugar a políticas de minimización, al reciclaje y al compostaje, estaremos abriendo el camino para crear medios de vida, proteger el medio ambiente y la salud pública y ahorrar dinero. 

Estos esfuerzos van mano a mano con la producción limpia, la responsabilidad del productor y programas de minimización de residuos para materiales peligrosos y difíciles de reciclar. 

En conjunto, estas estrategias prácticas “de abajo hacia arriba” proporcionan algunas de las mejores soluciones urbanas descentralizadas dirigidas a reducir la contaminación y a conservar la energía y los recursos naturales y presentan enormes oportunidades para el desarrollo de las economías locales. Está claro que promover el reciclaje es parte importante de la tarea, pero hay mucho más. 

Los   mejores ejemplos de manejo de residuos y de programas de “Basura Cero” no están donde están las tecnologías más modernas; están, fundamentalmente, donde procesos informados y permanentes han hecho posible la participación activa de los ciudadanos y ciudadanas, donde los gobiernos locales han tenido la visión de enfrentar a los residuos no como un problema, sino como una oportunidad. 

En este día tan especial, saludamos a la Cooperativa 7 de Febrero que en Villa María, con mucho esfuerzo, recupera parte del material desechado. Esta noble institución aporta un plus ambiental a la ciudad y a la sociedad en su conjunto muy importante, por ello consideramos que debería profundizarse la política de separación de residuos y apoyo a la Cooperativa. 

Mientras tanto, celebremos el Día del Reciclaje.