"El productor tuvo que aumentar la escala para ser competitivo", disparó Eduardo Martellotto, ingeniero del INTA Manfredi, especialista en sistemas de riego.
En su alocución, marcó que "la productividad sostenible, debe cuidar no sólo la productividad rentable, sino que debe contemplar el cuidado del ambiente y de los suelos y la función social de la unidad productiva".
"En la provincia de Córdoba, hay que prestarle atención a los riegos suplementarios, de los que está creciendo y tiene que ir de la mano con la conservación de los suelos y los recursos hídricos. Nuestra provincia, que cuenta con un aporte importante en su economía con la producción agropecuaria, tiene ya 130 mil hectáreas bajo riego, es decir un 2% del total cultivable, especialmente en las regiones del noroeste, que sufren permanentemente la falta de lluvias", explicó en su disertación.
Avanzó al respecto y formuló que "103 productores de la provincia, han implementado riego artificial y además del relevamiento, el monitoreo de calidad y efectividad en su uso, por parte del INTA, es constante".
"Se realizan permanentes seguimientos de los riegos implementados, para evaluar los impactos que producen los mismos, y proteger los recursos. Saber optimizar el uso de la tecnología, ayuda al crecimiento sostenible", dijo Martellotto. En ese sentido, agregó que "para ello, es indispensable tener en cuenta, qué calidad y qué cantidad de agua se utiliza, que tipos de suelos son los que se van a regar, y desarrollar estrategias de manejo".
"En las estrategias productivas, se miden innumerables factores para no generar efectos negativos y que los riegos cumplan con la intención productiva", consideró.
"La comparación de suelos en secano y suelos regados debe ser constante, como el monitoreo de la mantención y/o aumento del sistema. Otro factor de gran importancia es saber que agua se utiliza para el riego", afirmó el especialista.

Riego de perforaciones

"La perforación correcta es un factor vital de importancia, es fundamental no escatimar gastos ni calidad, ya que se debe considerar una inversión para 40 ó 50 años, una perforación correcta hace al correcto uso y aprovechamiento del agua, garantizando el uso y calidad de la misma, siempre cuidando el acuífero, con manejo criterioso de rotación y de la diversidad en la producción", especificó Martellotto.
Añadió su opinión de "cuándo evaluar la incorporación de riego suplementario: sólo cuando el manejo de la unidad productiva está totalmente optimizado, se debe implementar el uso de la tecnología, especialmente del riego suplementario, para regar lo productivo, evitando desperdicios, con asesoramiento correcto".
Instó además a "participar en los Consorcios de Regantes con los demás productores que administran el riego, ayuda a sostener y aplicar las normativas legales vigentes ya que se debe solicitar la autorización de la DAS. En conjunto, se optimiza el manejo de los acuíferos que deben tener ensamble con los sistemas de siembra directa, las rotaciones y la fertilización correspondiente, trabajando con máxima eficiencia en el uso de agua de lluvias".
"Los impactos producidos por los riegos suplementarios, pueden ser negativos y positivos: entre los negativos podemos encontrar sobreexplotación de las tierras, contaminación de napas, problemas con los drenajes, diferencias sociales, entre quienes pueden regar y quienes no. Obviamente, son mayores los impactos positivos, porque puede favorecer y lograr la utilización de aguas residuales, la estabilización productiva, oportunidades de asentamiento y desarrollo, mayores posibilidades de rotación y diversidad agroproductiva, como la mejor captación de elementos nutrientes, entre otros factores positivos de el sistema de riego", aseguró.
Otros conceptos vertidos por el ingeniero fueron "fertirrigación: es otro de los beneficios en el uso de los sistemas de riego, ya que se pueden aplicar fertilizantes con el sistema, convirtiéndolo en una herramienta de gran ventaja en la unidad productiva si se la usa con eficiencia; también se puede utilizar para fumigar, con agroquímicos, adaptando irrigadores fuera del sistema para evitar contaminaciones".