Dos licenciados en Economía y un estudiante avanzado en la carrera analizaron la variación de precios en alimentos durante marzo y abril en Villa María.
Nicolás Pepicelli, Alexis Aguilar y el estudiante Enrique Bessone indicaron que “el aumento generalizado de los precios en la ciudad es un hecho consumado” y precisaron que existe “una amplitud muy grande en los porcentajes de aumento de un establecimiento a otro y de una categoría de alimentos a otra”.
Cabe consignar que Aguilar es referente de Coalición Cívica-ARI que lidera a nivel nacional Elisa Carrió, mientras que Pepicelli pertenece al equipo de trabajo del referente local del PRO Darío Capitani.
Para recolectar los datos, se visitaron seis comercios locales, de mediano y gran tamaño, como supermercados y un hipermercado.
La metodología fue la observación directa de precios en las góndolas mediante planilla de Microsoft Excel, en el transcurso de los últimos 10 días de cada mes. Se estudiaron 41 productos alimenticios de consumo frecuente, divididos en seis categorías, como “Bebidas”; “Lácteos y Fiambres”; “Panadería”; “Frutas y Verduras”; “Carnes” y “Almacén”.
Según contaron a EL DIARIO, el objetivo fue conocer la inflación de distintos tipos de alimentos, llevar un análisis de inflación a escala local, sostener la recolección de datos y presentar informes bimestrales, semestrales y anuales.
Qué surgió
De marzo a abril, los precios de los productos alimenticios variaron en un 2,96%, en el caso de los económicos, y un 3,12% en el caso de productos de marcas reconocidas, denominados “de referencia”. En ese sentido, advirtieron que “puede decirse que las familias de clase media a baja se ven menos perjudicadas, en general, respecto a las familias de clase media a alta cuando adquieren productos alimenticios”.
En ambos índices, la variación de precios anualizada, es decir, el porcentaje de variación mensual expresado equivalentemente en una tasa anual, sitúa al nivel de inflación por encima del 40% anual.
Estos son valores “que se ubican muy por encima de la variación interanual de precios de numerosos países, cuyo valor promedio es 1,05% anual; incluso superiores a los valores publicados por el INDEC del 1,1% (14,03% anualizada) para marzo de 2015”, recalcaron los especialistas.
Si se desmenuza por categoría, en precios económicos las carnes tuvieron una variación del 18,26% mensual, lo que “se debe en buena parte al aumento generalizado de la merluza estacional por Pascuas, acompañado de la desaparición de ofertas en carnes vacunas”.
En “precios de referencia”, las frutas y verduras presentaron una variación del 18,34% mensual, recalcando “el aumento de precios en los tomates por cuestiones de estacionalidad”.
Por lo contrario, los profesionales detectaron sectores con baja inflación e incluso con deflación en los productos que los componen: en los económicos están las bebidas, con un -2,2% de un mes al otro, y las frutas y verduras, con un -1,37%.
En los de referencia, las carnes variaron sólo un 0,96%, con una salvedad: observaron alta variabilidad entre los establecimientos relevados, algunos han aumentado sus precios luego de haber retirado ofertas, otros incorporaron ofertas en abril y otros han mantenido sus precios.
“Es indudable que los productos alimenticios de consumo frecuente, sean de marcas económicas o de referencia, aumentan sus precios en líneas generales a un ritmo que degrada enormemente la capacidad de compra de los villamarienses, principalmente en aquellos sectores excluidos de la puja distributiva (desempleados, trabajadores en negro, no agremiados, gremios débiles, trabajadores eventuales y/o temporarios, jubilados, pensionados, niños) y que, por lo tanto, no consiguen aumentos en sus ingresos que permitan sostener el consumo en el tiempo. Con la misma cantidad de dinero se puede consumir cada vez menos, ya que el peso argentino pierde su capacidad de compra a un ritmo acelerado frente a los productos alimenticios”, sostuvieron.