“Llórela mucho, llórela por muerta, señora”, le dijo el entonces director de la Fábrica Militar de Villa María, Mario Fornaris, a la madre de Marta Zandrino, después de haber sido secuestrada por los militares durante la dictadura. Hoy, Marta prestará su testimonio en la causa en la que se investiga los delitos de lesa humanidad que tienen como común denominador las detenciones en el centro clandestino conocido como La Perla.

Dado que las lesiones que sufrió en manos de los dictadores la dejaron imposibilitada de caminar, todas las partes de la megacausa -a excepción de los acusados- se trasladarán al Salón Blanco de la Municipalidad de Villa María para tomar testimonio “a una víctima sobreviviente de la causa Acosta”, según explicó Facundo Trotta, fiscal de la causa, a EL DIARIO. 

“Son muchas las víctimas de Villa María que ya prestaron declaración en el juicio”, agregó el fiscal, también oriundo de esta ciudad.

También tomarán testimonio a Juan Pedro Figueroa, quien en 1978 era policía y recibió órdenes de ir a la casa de Gregorio Felipe para retirar vendas y algodones que habían “olvidado” los que un día antes habían secuestrado a Ester Felipe y a su esposo, Luis Mónaco, quienes continúan desaparecidos.

A dos años de iniciada la megacausa -llamada así porque reúne 21 expedientes con hechos conexos-, Trotta dijo que “uno nunca deja de sorprenderse, de escuchar a las víctimas sobrevivientes o a familiares el horror vivido en ese campo de concentración”.