El testigo que llevó a la cárcel a Nora Lilián Abelleira (57) y José Alberto Deheza (50) por su presunta participación en la muerte violenta de Enrique “Kike” Espósito (52), prestará hoy declaración en la Cámara del Crimen local, en el marco de la cuarta audiencia de debate de este impactante juicio oral.
Se trata de Franco Damián Irigoitía, un exempleado del comerciante villanovense asesinado de dos balazos en la cabeza la noche del 17 de junio de 2011, quien durante la instrucción de la causa dijo que Abelleira le confesó que había contratado a un sicario para matar a su concubino y que luego no lo pudo parar.
Sin lugar a dudas, el testimonio de Irigoitía es considerado “clave” puesto que sus dichos, sumados al resto de la prueba colectada en el expediente (sobre todos los cruces de llamadas telefónicas entre los presuntos victimarios), llevaron al fiscal Gustavo Atienza a ordenar la detención de la mujer y de Deheza, lo que se concretó el 18 de diciembre de 2012, es decir un año y medio después del crimen.
También hoy, a partir de las 9.30, comparecerá en la sala del quinto piso de Tribunales la hija de Abelleira, Verónica Volpe, además de otros tres testigos citados por las partes, y luego habrá un cuarto intermedio hasta el martes, ya que mañana no habrá audiencia por imposibilidad de uno de los defensores y el lunes es feriado.
En tanto, durante la jornada de la víspera se receptaron cuatro nuevos testimonios, entre ellos el del hermano menor del comerciante asesinado. Para más datos, la tercera audiencia comenzó recién a las 10.40 y concluyó siete horas después, exactamente a las 17.35, aunque hubo algunos recesos en el medio.
El hermano menor
El primero de los cuatro testigos fue Gustavo Espósito, quien declaró por espacio de dos horas y aportó varias hojas impresas con conversaciones de chat que mantuvo con Abelleira entre mediados de noviembre de 2011 (es decir, cinco meses después del crimen de “Kike”) y junio del año siguiente.
La presentación de Espósito causó cierto revuelo entre los abogados en pugna, ya que mientras el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, y el representante de la Querella, José Luis Bertoldi, pidieron la incorporación de esos diálogos como prueba nueva, los defensores Tomás Gait Puga y Eduardo Rodríguez plantearon objeciones.
El testigo precisó que la mayoría de esas conversaciones se realizaron mediante el sistema de chat que posee la red social Facebook y sostuvo que para tal fin Abelleira utilizó la cuenta de su fallecido concubino.
“Ella se comunicaba conmigo a través del Face de Kike -dijo Espósito- porque el de ella había sido bloqueado por el fiscal” que instruyó la primera etapa de la causa, Daniel Del Vö. “Y que utilizara la cuenta de mi hermano, me pareció realmente muy macabro”, sentenció.
Le confesó un hurto
Según adelantó Gustavo, en aquellas charlas que mantuvo con Abelleira ella le confesó que se había apoderado ilegalmente de 15 cheques de 75.000 pesos cada uno con los cuales la Municipalidad de Arroyo Algodón le había pagado a Enrique Espósito la compra de un terreno de 5 hectáreas en el ejido urbano de aquella localidad. Asimismo, sostuvo que también le habló muy mal de sus hermanos Jorge y Mauricio.
El testigo también dio cuenta de una invitación que le llegó desde el correo electrónico de Abelleira para que se sumara a una página web de citas y encuentros llamada “Twoo”, de lo que también adjuntó copias impresas. También aportó una charla que ambos habían mantenido a mediados de diciembre de 2011 por intermedio del ya desaparecido “Messenger” de Hotmail.
Entre otras expresiones, Gustavo Espósito relató que Abelleira era una mujer que “tomaba alcohol en exceso” y que cuando bebía de más “se ponía mal, agresiva, y tenía reacciones violentas”. Según el testigo, en una de esas ocasiones llegó a desearle la muerte a su madre.
Crisis de llanto
Fue allí cuando la acusada sufrió una crisis de nervios y comenzó a llorar desconsoladamente, ante lo cual el abogado Gait Puga solicitó permiso al presidente del tribunal, René Gandarillas, para que fuera retirada de la sala porque no se encontraba en condiciones de continuar.
En tanto, al ser preguntado por el fiscal, Espósito dijo que la propia Abelleira supo contarle que había conocido a “Kike” a fines del año 86 en un local nocturno de Buenos Aires donde se vendían copas y poco después se fueron a vivir juntos.
Músico damnificado
El segundo testigo de la jornada fue Jorge Jesús Cabana, un músico porteño (exbaterista de Cacho Castaña) que es amigo de los hermanos Espósito, en particular de Jorge, al que conoce desde 1982 y con el cual trabajaron juntos en varias ocasiones.
Cabana declaró en este proceso ya que era el propietario de un terreno de 10 hectáreas ubicado en Arroyo Algodón, 5 de las cuales fueron loteadas y vendidas a la Municipalidad por el comerciante asesinado, a quien le había firmado un poder para que pudiera realizar dichas transacciones.
En definitiva, el músico debía recibir aquellos 15 cheques que fueron ilegalmente retenidos por Abelleira (uno de los cuales se cobró), lo que le valió una acusación por “hurto” que está anexada a la causa principal por el homicidio de su pareja.
Su amiga Nilda
Posteriormente declaró Nilda Haydeé Bustamante, la mujer que estuvo con Abelleira la noche que mataron a Enrique y con la que la acusada cenó en un bar del centro de Villa María.
La testigo, esposa de Carlos “Toto” Ayala (declaró el martes), dijo que compartió con Nora y “Kike” una amistad de 18 años y que los cuatro tuvieron una relación “muy buena”, a tal punto de compartir numerosos encuentros tanto en la casa de Espósito, en barrio Costa de Oro de Villa Nueva (donde fue asesinado), como en Villa Carlos Paz, donde Bustamante estuvo radicada ocho años.
Nilda recordó que por aquellos días de junio de 2011 estaba atravesando una profunda crisis depresiva por problemas familiares por el fallecimiento de algunos seres queridos. El sábado 11, alrededor de las 18, Nora la llamó por teléfono y la invitó para salir a pasear y comer algo esa noche. “Yo no estaba de ánimo y al principio no quería, pero Kike habló conmigo y me insistió para que saliéramos”, dijo Bustamante.
Abelleira fue a buscarla alrededor de las 20, pero decidieron tomar unos mates y se pusieron a charlar, por lo que salieron como una hora y media después. Era una noche de llovizna. Fueron hasta el Hiper Libertad, donde miraron vidrieras, y cuando regresaron al centro de la ciudad pasaron por una farmacia y terminaron en el Café Argentino. Allí comieron y tomaron algo. Más tarde llegó Sergio, un amigo de Nilda, y los tres conversaron hasta pasada la 0.30, cuando Nora decidió regresar a su casa.
“Al rato me llamó por teléfono y, llorando, me contó que había encontrado a ‘Kike’ muerto. Nos fuimos con Sergio hasta su casa y ya había varios policías y también estaba el doctor (Juan Antonio) Rusconi. A ella la vi muy mal, muy acongojada. Estuvimos allí con Sergio como hasta las seis o siete de la mañana, porque la Policía no nos dejaba ir, y luego tuvimos que ir a declarar a la Comisaría”, relató la testigo.
En otro momento de su comparendo, recordó que en una oportunidad (tiempo antes del crimen) que Nora le había dicho que Enrique “se había vuelto muy tacaño” y que “le dejaba poca plata para la comida o la ropa”.
Sin embargo, Bustamante precisó que, más allá de ese comentario, nunca había visto discutir a Abelleira y Espósito y que ambos tuvieron una “buena relación entre sí y con nosotros” (ella y “Toto” Ayala, quien además era amigo íntimo de “Kike”).
Cuando se le preguntó sobre cómo era Nora con ella, la testigo respondió en forma tajante: “Era realmente una amiga. Estuvo siempre a mi lado en los momentos más difíciles”. No obstante, aclaró que después de la muerte de Enrique “nos vimos dos o tres veces más en la casa de Verónica” (la hija de Abelleira) y que nunca la fue a visitar a la cárcel.
El albañil de la casa
El cuarto y último testigo de la jornada fue Jorge Alberto Barrera, un albañil que trabajó alrededor de dos años en la casa de Espósito, donde realizó trabajos de albañilería y pintura. Asimismo, dijo que se enteró de la muerte de Enrique por intermedio del hermano de Nora, Hugo Abelleira.
A partir de una serie de preguntas de los abogados, en particular de los defensores, se conocieron otros detalles de la causa que fueron ventilados por primera vez en el juicio.
Barrera es tío de Claudia Andrea Farinone, la esposa del ya mencionado Franco Irigoitía, quien trabajó para Enrique Espósito conduciendo un camión térmico en el que transportaba los quesos que comercializaba en Villa Nueva.
Interrogado por las partes, dijo que no conoce al coimputado José Deheza, pese a haber ido varias veces a la cárcel a visitar a otro sobrino suyo, Arnaldo “Pinky” Farinone, hermano de Claudia.
Ante una pregunta del abogado Eduardo Rodríguez, el testigo admitió conocer a los hermanos Matías y Rafael Nieto. Dijo que ambos son cuñados de “Pinky” Farinone porque está en pareja con una hermana de aquéllos. Asimismo, cuando el defensor de Deheza le preguntó quién era Lucas Nieto, Barrera respondió: “¡No me hable de él! Ese me robó”, y luego precisó que se trataba de otro hermano de los anteriores, que está viviendo en barrio Villa Libertador, en la ciudad de Córdoba.
De qué se la acusa
Cabe señalar que, según la acusación del fiscal que instruyó la causa, Albelleira ingresó a la cárcel de Villa María (junto a Claudia Farinone) de manera irregular, al parecer utilizado un nombre falso, y en esa oportunidad habría conocido a José Deheza, al que habría contratado a cambio de 200 mil pesos para que le diera muerte a su concubino apenas saliera de prisión, lo que se concretó el 3 de mayo de 2011.
Por esa razón, la mujer está acusada como supuesta “partícipe necesaria de homicidio doblemente calificado, por uso de arma de fuego y por promesa remuneratoria”, un grave delito que tiene como única pena la prisión perpetua.
Según la acusación, el objetivo final de Abelleira era disponer libremente de la fortuna de su concubino, extraoficialmente valuada en una suma cercana a los tres millones de dólares, producto de los campos, inmuebles y vehículos que poseía.
Fotos:
Gustavo Espósito aportó como prueba nueva una serie de conversaciones de chat que mantuvo con Abelleira
La acusada se retiró de la sala llorando cuando promediaba la declaración del hermano menor de Enrique
Jorge Barrera, el albañil que trabajó dos años en la casa de Espósito
El abogado José Luis Bertoldi le muestra una documental a Nilda Bustamante, la amiga de Nora Abelleira
Jorge Cabana, el músico porteño al que la viuda le habría sustraído 15 cheques de la venta de un terreno