El gris del cielo y la baja temperatura no conspiraron contra el fiesta popular que estaba programada para ayer por la tarde noche en el Salón Bomarraca, oportunidad en que las más de 2.000 personas que asistieron pudieron disfrutar de las actuaciones de las distintos ballets (niños, jóvenes y adultos) de la Agrupación Folklórica Villa María, encargada de abrir la tarde con danzas nativas; el humor costumbrista del Gato Peters y el folclore festivalero de Los Clavero -villanovenses que oficiaron de crédito local- y Facundo Toro, quien fue el dueño indiscutido de la fiesta, cuando ya había caído la noche en la ciudad.
Poco antes de comenzar la fiesta, cuando gran parte del público ya ocupaba sus lugares frente a las mesas, un grupo de adolescentes repartió banderitas argentinas que luego flamearon saludando y acompañando a los artistas con palmas y aplausos.
Las mesas dispuestas pronto fueron insuficientes y la gente que iba llegando se acomodaba en las sillas que encontraban apiladas a los costados del enorme salón. Pronto se acabaron las sillas también y la gente seguía llegando, en busca del sabor nacional y popular del espectáculo folclórico, haciendo la previa para hoy.
Y comenzó la fiesta con un cuadro compuesto por el ballet infantil. Luego se sumaron los jóvenes y los adultos; zambas y chacareras. Y finalmente, todos juntos, bailaron el pericón, con pañuelos y banderas al aire.
Peters arrancó risas y sonrisas y agradeció al sonidista local “Luisito” López por la calidad de su trabajo.
Como estaba previsto, hubo chocolate para todos y todas, y facturas, de yapa; aunque desde luego, la gente no hizo faltar el mate, que no dejaba de girar en rueda, en cada uno de los grupos de amigos o familia que asistieron al evento.
Varios funcionarios y funcionarias del Ejecutivo Municipal -incluido el propio intendente Eduardo Accastello (ver recuadro)- también fueron de la partida, destacándose asimismo la presencia de José Carignano, quien se perfila como el único referente del oficialismo con aspiraciones a ocupar el Sillón de Viñas cuando llamen las urnas.
La fiesta, como se dijo, cerró a todo folclore, con Facundo Toro, un verdadero artista nacional y popular que de arranque nomás, con “Zamba para olvidar”, una clásica composición de su padre, sacó a los bailarines a la pista a agitar los pañuelos, hizo cantar al público y movilizo a una cincuentena de fanáticos hasta el mismo escenario para tomar fotos con los celulares.
Accastello
Saludos y besos
Minutos antes de que Facundo Toro se adueñara de la noche, el intendente Eduardo Accastello recorrió el Bomarraca, saludando al público, estrechando manos y dándoles besos a cuanta señora o señorita lo quisiera. Todo simpatía, en plena campaña hacia la Gobernación de la provincia de Córdoba, el jefe comunal se hizo un tiempo para estar en la fiesta.