Bautista Peñaloza tiene 6 años, y a un año de haber nacido le diagnosticaron parálisis cerebral. Los esfuerzos de su papá, Darío, y su mamá, Jorgelina, permitieron que constantemente el niño pueda ir avanzando en el sueño de poder abandonar su andador para caminar solo.

Esa lucha cotidiana los pone ahora ante la necesidad de realizarle una operación, para la que han organizado una pollada para intentar juntar el dinero necesario.

“Bautista debe operarse los dos tendón de Aquiles, los dos aductores y los dos isquiotibiales. La operación le va a ayudar en su postura, porque él tiene los tendones muy retraídos. Al no generar su cerebro movimiento en sus piernas, sus músculos se han ido acortando”, detalló Darío.

El costo de la intervención quirúrgica ronda los 12 mil  pesos, y se realizará en Córdoba a fines de junio o principios de julio. La recuperación le demandará al pequeño 27 días de yeso. La pollada se llevará a cabo el 7 de junio, probablemente en el Club Alem, en el que se ofrecerá un pollo, con pan y vino a $120.

Con esta cirugía se busca que Bautista pueda cambiar la postura de los pies y las rodillas, que asiente bien, todo para que tenga mejor estabilidad. Sobre la posibilidad de que pueda caminar solo, Darío comentó que “está más o menos como el año pasado, no ha avanzado tanto, por eso el médico nos dijo que si lo ayudamos con esta operación tendrá más posibilidades de caminar solo”.

Hace un año, Darío y Jorgelina contaron a este medio que soñaban con poder llevarlo al Garrahan. “Pero fuimos a un médico de Córdoba que nos comentó que no sería tanta la solución ir allá, porque acá hay buenos profesionales y se puede trabajar acá”. No fue fácil tampoco encontrar el especialista que los atendió. “No conseguíamos turno con el este médico, cuando lo pudimos llevar este mes, nos derivó con otro cirujano, quien nos dijo que esta cirugía va a ser lo mejor para él”.

Bautista va a primer grado en el colegio José Ingenieros. Al ver a su papá jugar, le rogó que lo lleve a fútbol, y se dio el gusto de asistir a una escuelita. “No lo pude mandar más porque vivía enfermo, por los fríos que pasaba en la cancha, además noté que se frustraba, y después lo llevamos a computación, pero este año nos coinciden los horarios con la rehabilitación así que no hemos podido mandarlo”.

La lucha de Bautista no tiene descanso, realiza una intensa rehabilitación cotidianamente buscando mejorar su movilidad y su habla. En el horizonte aparece esta cirugía, y necesita la ayuda de todos.

 

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