El juicio oral y público que se les sigue a Nora Lilián Abelleira (57) y José Alberto Deheza (50) por el homicidio del comerciante villanovense Enrique “Kike” Espósito (52), se reanudará hoy en la Cámara del Crimen local, aunque será por pocos minutos.
En efecto, ni bien se inicie la quinta audiencia, el nuevo abogado defensor de Abelleira, Juan Antonio Rusconi, solicitará la suspensión del debate para poder interiorizarse de lo actuado hasta el momento durante el proceso que se inició el lunes de la semana pasada.
Rusconi asumió el viernes la Defensa de la viuda de Espósito luego que la mujer echara a los letrados que hasta ese momento la estaban asistiendo legalmente, el cordobés Tomás Gait Puga y el villamariense Gastón Nicola.
Tal como lo informó EL DIARIO en su edición del sábado, Abelleira hizo llegar al juez René Gandarillas un escrito mediante el cual revocaba todos los poderes conferidos a Gait Puga y Nicola y designaba como nuevo defensor a quien había sido su abogado desde el 19 de diciembre de 2012 (al día siguiente de ser detenida) hasta mediados de 2014.
Ese mismo viernes, cerca del mediodía, Rusconi se hizo presente en la Secretaría de la Cámara del Crimen y asumió formalmente el patrocinio de la mujer que está imputada como presunta “partícipe necesaria de homicidio doblemente calificado, por uso de arma de fuego y por promesa remuneratorio”, un delito que es reprimido con prisión perpetua.
Junto a ella, en el banquillo de los acusados está sentado Deheza, alias “Calladito”, a quien se le atribuye ser el autor material del crimen de Espósito, quien recibió dos balazos en la cabeza la noche del 17 de junio de 2011 cuando se encontraba solo en su casa de Villa Gesell 170, en barrio Costa de Oro de Villa Nueva.
De acuerdo con la requisitoria de elevación a juicio, elaborada por el fiscal de Instrucción Gustavo Atienza, Abelleira le pagó a Deheza una suma de dinero no establecida (se habla de unos 200 mil pesos) para que diera muerte al comerciante mientras ella se encontraba cenando con una amiga en el centro de Villa María y, de esa manera, disponer de su fortuna, estimada en una suma cercana a los tres millones de dólares.
Pasaron 10 testigos
A lo largo de las cuatro audiencias desarrolladas la semana pasada, jueces y jurados populares escucharon 10 testimonios. El lunes declararon los dos imputados, negando los hechos que se les atribuyen.
El martes comparecieron dos de los tres hermanos de la víctima, Jorge y Mauricio Espósito, además de Carlos “Toto” Ayala, un amigo íntimo del comerciante asesinado y de su concubina.
El miércoles declararon el menor de los hermanos Espósito, Gustavo, e hicieron lo propio Jorge Cabana, amigo de la familia y propietario de unos terrenos en Arroyo Algodón; Nilda Bustamante, la amiga de Abelleira que estuvo con ella la noche del crimen, cenando en un bar céntrico, y Jorge Barrera, un albañil que trabajó un par de años en la casa del comerciante asesinado.
El jueves, finalmente, testimoniaron Franco Irigoita, su esposa Claudia Farinone y el expresidiario Diego Arenas. Pero fue el primero de ellos (exempleado de Espósito) quien complicó seriamente la situación procesal de los dos acusados, ya que contó detalles de lo que -según él- la propia Abelleira le había contado, confesándole que había “armado todo” al contratar los servicios de un sicario (Deheza) para dar muerte a su pareja.
Jueces y partes
Cabe recordar que, además de Gandarillas, integran el tribunal los camaristas Silvia Saslavsky de Camandone y Osvaldo Mario Samuel, y junto a ellos un jurado popular constituido por 12 ciudadanos.
Además, por la parte acusadora intervienen en este trascendental procesal penal el fiscal de Cámara, Francisco Javier Márquez, y el abogado José Luis Bertoldi, quien representa a los hermanos Espósito, constituidos en la causa como querellantes particulares.
Finalmente, la Defensa de Deheza es ejercida por el letrado local Eduardo Luis Rodríguez, mientras que el secretario actuante es Guillermo Picco.