La Fundación del Instituto de Neurociencias del Desarrollo Integral (INEDI) y el Centro Argentino de Terapia Cognitiva y Racional Emotiva Conductual (Catrec) han organizado en forma conjunta la primera diplomatura superior en Villa María.
La diplomatura se dictará desde el 20 de junio y cuenta con certificación de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) y certificado internacional del Albert Ellis Institute de New York (The Albert Ellis Institute), destinada a psicólogos, psicopedagogos y médicos de las áreas de las Neurociencias.
Catrec es en Argentina el único centro afiliado al Albert Ellis Institute de New York, que está autorizado a emitir certificación de esa institución internacional.
Albert Ellis se destaca como iniciador del cognitivismo, es decir de las terapias cognitivas, el modelo psicoterapéutico cognitivo.
A partir de uno de los objetivos de la fundación local, el de “fomentar la divulgación de conocimientos en relación a las Neurociencias, el área de salud mental coordinó en forma conjunta con el Catrec el programa de entrenamiento en terapias cognitivas que se compone de cuatro diplomaturas.
“INEDI -destacó la entidad de calle Santa Fe- es la única institución de salud privada en Villa María que organizó una diplomatura en terapias cognitivas, a partir de ello nos permite observar y compartir con el lector, la responsabilidad que tiene en el ámbito de salud y cómo apoyan a los pacientes”.
¿Qué es la Terapia Cognitiva-Conductual?
La Terapia Cognitiva- Conductual (TCC) se utiliza para tratar a personas que sufren de una amplia gama de trastornos, incluyendo la ansiedad, fobias, depresión y adicción. Es uno de los tipos más investigados de la terapia, en parte porque el tratamiento se centra en un objetivo muy específico y los resultados se pueden medir con relativa facilidad.
Es a menudo la más adecuada para los pacientes que se sienten cómodos con la introspección. A fin de que la TCC sea efectiva, la persona debe estar dispuesta a dedicar tiempo y esfuerzo en analizar sus pensamientos y sentimientos. Este autoanálisis puede ser difícil, pero es una gran manera de aprender cómo el comportamiento interno de la mente influye en la vida real.
Es también muy adecuada para personas que buscan una opción de tratamiento a corto plazo que no necesariamente implica medicación farmacológica. Uno de los mayores beneficios de la terapia cognitivo-conductual es que ayuda a los pacientes a desarrollar habilidades de afrontamiento que pueden ser útiles tanto en la actualidad como en el futuro, se señaló.