El Museo Nacional de Malvinas, de la ciudad de Oliva, podrá ser declarado Monumento Histórico Nacional en virtud de una ley impulsada por los diputados cordobeses Martín Gill y Nora Bedano (FPV).
De esa manera, los legisladores buscan "asegurar los fines patrióticos de custodia y conservación de bienes y documentos que posee esta institución, que alberga verdaderos tesoros para reconstruir la memoria sobre la Gesta de Malvinas".
Al respecto, Gill manifestó que resulta “necesario reconocer y jerarquizar el trabajo realizado en Oliva, que ha significado desde su creación, en los años de desmalvinización de la sociedad, un estímulo constante para seguir hablando de Malvinas, para mantener viva la llama de la soberanía sobre nuestro territorio”.
“El Museo merece este reconocimiento y apoyo concreto de parte del Estado nacional para continuar la tarea de preservar historias que nos pertenecen y nos hacen sentir que somos una verdadera Nación”, afirmó.
Trascendencia
El diputado resaltó también que el Museo Nacional de Malvinas contribuye al esfuerzo del Estado nacional en sostener una política activa en el reclamo soberano sobre las Islas.
En ese sentido, señaló la trascendencia del trabajo incesante que la institución ha llevado a cabo para sembrar en las escuelas de todos los niveles educativos y en todo el país este concepto. Estas acciones, dijo, “lo convierten en sujeto de apoyo y necesario crecimiento en pos de complementarse dentro y fuera del país con el reclamo permanente impulsado en todos los ámbitos internacionales desde el Gobierno nacional”.
El texto de la ley, que debe pasar por las comisiones de Cultura, Relaciones Exteriores y Culto, y Presupuesto y Hacienda, prevé que la institución, que es propiedad de la Fundación Museo Nacional de Malvinas, acuerde con la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación, y deben acordar los términos y alcances de la cooperación a brindar para alcanzar el objetivo planteado.
Un proyecto de vida
La historia del Museo Nacional de Malvinas es muy particular, ya que nace en paralelo a la guerra, en 1982. En ese momento, Gabriel Fioni tenía tan sólo 12 años y las noticias sobre el conflicto lo interpelaron profundamente.
Tanto influyeron en su espíritu que, tras la contienda, decidió escribir a los familiares de los caídos en Malvinas. Para hacerlo, contó con la ayuda del capitán Pablo Marcos Carballo, piloto y veterano del conflicto, que le informó las direcciones postales de los familiares y luego facilitó el contacto personal con muchos de ellos y otros veteranos.
La relación que nació en aquel momento entre Gabriel y los familiares y veteranos fue creciendo a punto tal que el joven se convirtió en receptor de diferentes objetos y documentos de gran valor testimonial para reconstruir el conflicto desde los protagonistas: cartas, fotografías, utensilios y uniformes de combate, entre otros.
Cabe destacar que Oliva cuenta con tres ciudadanos caídos en la contienda: el suboficial Arce, caído en el Crucero Belgrano; el teniente Castillo, piloto de la Fuerza Aérea; y el suboficial Ochoa, último caído en combate del Ejército.
Con el correr de los años, la cantidad e importancia de los objetos y documentos generó la idea de organizarlos en un sitio.
Ese lugar se concretó en 1995, en el predio del ferrocarril, donde se organizó el museo con la ayuda fundamental de muchos vecinos de la ciudad de Oliva. La trascendencia que logró fue reconocida en 1998 por las Fuerzas Armadas, que lo declararon de Interés Institucional.
En su amplio patrimonio, el Museo Nacional de Malvinas cuenta con una réplica escala 1/1 de la proa del buque General Belgrano, custodiada por dos montajes de cañones monotubo Bofors de 40 mm Se trata del monumento más grande del país a los argentinos caídos en el mar. También es custodio de un vehículo anfibio que participó en el desembarco del 2 de abril, además de varios aviones veteranos de 1982.