El próximo sábado 13 del corriente el merendero “Sembrando Sueños” que Liliana y Evelin llevan adelante en el barrio Nicolás Avellaneda cumplirá su primer año, del que hacen un balance que oscila entre satisfacciones y nuevos desafíos.
“El balance de este primer año es positivo, empezamos con 20 nenes y ahora vienen cerca de 40”, explicó Liliana sobre quienes los martes, jueves y viernes por la tarde se acercan a tomar la merienda en La Rioja y Urtubey.
Pero lo que más destaca Liliana es que “en este último tiempo y quizás lo más importante es que se han sumado adolescentes”, y hace hincapié en esto porque “por ahí antes no venían por una cuestión de vergüenza”.
El mayor logro que Liliana considera que obtuvieron es eliminar la rivalidad que los niños tenían entre sí por ser de distintos barrios de la ciudad. “Lo bueno y lo que para nosotros es uno de los logros más importantes es que se han integrado todos, porque antes se ‘mataban’, y ahora los ves y están todos juntos, están unidos, eso está buenísimo porque es lo que tratábamos de hacer, que vieran que no había necesidad de tener una rivalidad entre barrios”.
“Actualmente vienen chicos del Bota y del Nicolás Avellaneda, pero antes les decías a los chicos que venían de otro barrio y se negaban. Gracias a Dios eso cambió, de hecho, para el Día del Niño nos fuimos con el comedor Caritas Felices de barrio La Calera y otro más a Yucat y fue ejemplar como se comportaron, ese es nuestro gran logro”.
Igualmente, Liliana también apuntó a lo que todavía pretenden conseguir desde la copa de leche: “En lo que estamos luchando es para que se integren más las familias, las madres, que si bien lo hicieron, necesitamos que lo hagan más”.
Sembrando Sueños nació a partir de la experiencia de vida de Liliana, quien tímidamente contó que “en mi infancia pasé muchas necesidades, entonces como que eso me impulsó a hacer algo y acá en el barrio también hay mucha necesidad entre las familias; por ahí ves a los papás que para comprar puchos tienen, pero para otras cosas no, y los chicos son los que sufren eso”. “Hay mucha necesidad en el barrio, se nota, de hecho hay nenitos que están muy flaquitos, y alguien tiene que hacer algo”, apuntó.
Liliana agradeció también a todos los que colaboran para que el merendero pueda funcionar, la mayoría en forma anónima entregando alimentos, como también la voluntad del presidente del barrio Mario Cortez. “Estoy feliz porque cada día me llena más esto. Por ahí te preguntan a cambio de qué lo hacés, y poca gente puede entender lo gratificante que es esto”, enfatizó Liliana.
De festejo. Para que el merendero pueda festejar su primer año el sábado 13 necesitan del aporte de la comunidad para conseguir juegos y lo necesario para que puedan tomar la merienda. Quienes deseen colaborar pueden comunicarse al 154261919