Madrugada de terror en la autopista por la niebla
Lo que vivimos el sábado 30, ya comenzando la madrugada del domingo 31 de mayo, pasando la localidad de Río Segundo por autopista y dirigiéndonos a Villa María, fue una experiencia poco agradable cuando el camino se comenzó a desdibujar y entrar en un cono de empañamiento total por causa de la neblina que apareció cual si fuera un fantasma, muy de repente, y que no era solamente una niebla ligera y densa, era de la espesa e impenetrable, si la podemos clasificar de alguna manera, que redujo la visibilidad a menos de 50 metros.
Habría que preguntarle a Ernesto Arriaga, vocero de la Dirección Nacional de Vialidad, o al señor Julio Berrocal (titular de la Caminera) o a Raúl Daruich, jefe del distrito Córdoba de Vialidad Nacional, con respecto del protocolo de seguridad por consecuencias climáticas, como así también de quién estaba a cargo de la Policía Caminera, que en ese momento brillaba por su ausencia, pero que sí está los días soleados y de plena visibilidad, para controlar el cinturón y las luces, que son motivos para realizar boletas de infracción o, en una palabra, solamente para recaudar.
Cuando en realidad la necesidad de urgencia ameritaba que estuviesen ubicados para alertar a quienes circulábamos por ese sector o cortar o desviar el tránsito.
Otra cosa: cuáles son las herramientas con que cuentan los peajes para un caso de urgencia. Sí posiblemente para un auto que se queda por problemas mecánicos, pero no así para un siniestro de mayor magnitud.
Agradezco a Dios y a un colectivo de la empresa Urquiza, que fue el que sirvió de guía hasta llegar a la entrada de Villa María, la cual también estaba cubierta de niebla.
Juan Rafael Brizuela
DNI: 11.971.930
Por un alumbrado público ausente
Desde hace semanas, pero en forma alternada, el alumbrado público del sector de la nueva costanera que va desde el barrio Santa Ana al Barrancas del Río está apagado.
El camino estuvo totalmente a oscuras durante más de cinco días. Posteriormente, hace dos semanas, el servicio había vuelto a la normalidad, pero duró un par de noches, porque esta semana nuevamente estaba todo a oscuras.
Creo que no hace falta explicar el peligro que significa que una calle esté totalmente a oscuras, sobre todo en un lugar cómo ese en donde el tránsito está siendo cada vez más intenso, ya que el pésimo estado que presenta la avenida Savio hace que muchos sean los que optan por obviar esa arteria y transitar por la costanera.
También habría que tener en cuenta que es un espacio en donde muchos transitan a altas velocidades, a sabiendas de la ausencia de policías de tránsito en el lugar.
Pero, además de la circulación habitual que pueda tener la calle entre autos y motos, hay que sumarle que es un espacio que continuamente es elegido por aquellos jóvenes que hacen deportes como rollers o skate, que en la oscuridad de una calle sin alumbrado público como corresponde se convierten automáticamente en potenciales víctimas de un accidente de tránsito que podría ser evitable.
Ante estas situaciones es que me pregunto si nuestros gobernantes realmente recorren la ciudad o si es una frase hecha para adornar discursos políticos.
Ya que casos como estos o de otra índole se repiten a diario, pero no tienen solución hasta que no se hacen públicos con un reclamo mediante los medios de comunicación, ya que muchas veces las vías de contacto que ofrecen, como Seguridad Ciudadana, y a las que se puede denunciar, no hacen más que ser receptoras de quejas, pero sin accionar para brindar una solución efectiva a los vecinos.
M.C.
DNI: 13.457.875