Alumni se ilusiona con cambiar su casa pero seguir siempre en el mismo barrio.

En este marco, la Comisión Directiva saliente le deja sobre la mesa a la que tomará la posta un ambicioso proyecto edilicio que incluye una nueva sede social y un edificio de 10 pisos.

 

A 80 años: recuerdos y proyección

 

La iniciativa cobró definitivo empuje en 2014, en ocasión del festejo de los 80 años de vida del Club Atlético Alumni; momento propicio para memorar el pasado generoso, para ponerle valor al presente y acordar una visión colectiva de los próximos tiempos, por intermedio de un desarrollo inmobiliario que le otorgue un rostro nuevo a la vieja sede social, destacada en un edificio de departamentos, en una zona altamente estratégica de Villa María, como es la esquina de Mendoza y Martínez Mendoza, en el lejano Villa Aurora y ahora barrio General Lamadrid.

Ese fuerte consenso recogido en el seno de la Comisión Directiva, que encabeza Sergio Hidalgo, derivó en la solicitud de elaboración de un anteproyecto que respondiera a esos parámetros. Todavía más precisos en el pedido: propiedad horizontal con departamentos de uno, dos y tres ambientes, si era posible en dos torres, estacionamiento, Salón de Usos Múltiples, sede/secretaría institucional, gimnasio y espacio libre de recreación.

El anteproyecto, vale decir el conjunto de planos, maqueta, cartelería y otros medios de imagen y representación, que explica de manera gráfica cómo está diseñado el edificio, estuvo a cargo de los arquitectos Martín Gordillo y Lucas Daher (éste último, apellido familiar que identifica a quienes ofrecieron compromiso y desprendimiento personal, como socios y directivos del club, en las últimas décadas).

El trabajo recogió agradable impresión en ocasión de la cena que se sirvió para festejar los primeros 80 años de vida de Alumni. Y un apreciado interés por las nuevas posibilidades comerciales y demográficas que exhibiría de pronto ese sector de la ciudad, ahora a convalidar entre los desarrollistas inmobiliarios y los inversores locales y de la región, aspirantes a valorizar sus ahorros en ladrillos.

 

Memoria descriptiva

 

El anteproyecto se denomina Sede Social y Complejo Residencial del Club Alumni.

El terreno donde se plasmaría la idea constructiva se ubica en la intersección de las calles Mendoza y Martínez Mendoza de Villa María. Tiene una superficie de 2.100 metros cuadrados, donde hoy funciona la sede de la institución.

Su vía principal de llegada es la calle Mendoza. La solución arquitectónica de este conjunto es una modalidad de edificio de departamentos y sede social para el club, que consiste en lo siguiente:

Planta baja, en forma de zócalo, que alojará 11 locales comerciales y mostrará los ingresos en las diferentes áreas, con sus halls correspondientes y, además, el área de estacionamiento.

En el primer y segundo piso se desarrolla el área del club. Salón de Usos Múltiples, gimnasio, administración y sala de conferencias, patio con pileta y sectores de recreación y permanencia.

Por último, 10 pisos de departamentos de uno, dos y tres dormitorios.

Superficie total del edificio: 12.500 metros cuadrados.

 

Los números de la propuesta

 

El programa arquitectónico del edificio de la Sede Social y Complejo Residencial del Club Alumni contiene:

•179 departamentos.

-Ocho unidades de dúplex de tres dormitorios cada una (80 m2).

-Nueve unidades de tres dormitorios (90 m2).

-50 unidades de dos dormitorios (60 m2).

-112 unidades de un dormitorio (40 m2).

•S.U.M. Salón de Usos Múltiples (350 m2).

•Administración, sala de conferencias, gimnasio (450 m2).

•Area de esparcimiento y recreación. Pileta (900 m2)

•Estacionamiento: 50 vehículos (900 m2).

•Locales comerciales: 11 unidades (90 m2 cada una).

 

Joven arquitecto villamariense, uno de los diseñadores

El anteproyecto de la Sede Social y Complejo Residencial del Club Alumni se distingue en la corta carrera profesional del joven arquitecto Lucas Daher (32 años, el menor de seis hermanos, todos ellos hijos de acreditados ciudadanos villamarienses: Martha Monesterolo, jubilada docente, y Jorge Daher, dirigente social y exdocente también). 

Pero el diseño de esa ambiciosa edificación, elaborado con otro arquitecto cordobés que compartió estudios y graduación en 2010, no es la única labor que cumple Lucas, ya instalado hace tiempo en Villa María.

También consume gran parte de su tarea profesional la restauración del chalé Scopinaro. Ese monumento histórico y patrimonio local, ubicado en la esquina de San Juan y Lisandro de la Torre que, si el tiempo y otros factores lo permiten, en 60 días se convertirá en un café-restó-bar, indicando el retorno al quehacer gastronómico, después de casi una década de Osvaldo Gascón, junto a sus hijos y socios. El servicio, que se prestará durante toda la jornada en planta baja, primer y segundo piso, tendrá como escenario 300 metros cuadrados recuperados de una soberbia construcción, alquilada por Gascón, que data de 1930 y que sólo flaqueó en sus techos y desagües.

Lucas Daher responde a ese exigente requerimiento profesional de supervisar la restauración del viejo edificio, propiedad de los herederos del doctor Berlanga, mientras se desempeña en el Instituto Municipal de Viviendas.

Comparte, además, el Estudio de Arquitectura e Ingeniería de Eduardo Manuel Martínez, diseñando viviendas particulares, locales comerciales y galpones industriales.