Del informe surge claramente que las tasas de actividad y empleo son siempre superiores para los hombres que para las mujeres, en contraposición a las tasas de desocupación que presentan valores inferiores para los hombres.
Del total de los desocupados se observa que en el aglomerado la desocupación de las mujeres (10,1%) es un 66% mayor a la de los hombres (6,1%). Si se analiza, además, por edades, en el segmento etáreo de 16 a 29 años un 8,1% son hombres y un 25,4% son mujeres.
En el segmento de 30 a 64 años la diferencia no es tan abrumadora: el 5,9% son hombres y el 6,2% son mujeres sin trabajo.
Las mismas características se habían observado en 2013. “A modo de conclusión se puede decir que, respecto de la condición de actividad, tanto si se mira la población total como la de 14 años y más, a pesar de que las mujeres superan en cantidad a los hombres, los ocupados de sexo masculino superan a los de sexo femenino. Cuando se trata de desocupados e inactivos prevalecen las mujeres. Se repite el patrón observado en la EAHU 2013”, indican en el informe elaborado por el OIR.