Alquilar un galpón, una odisea
Señor director:
Usted ahí sí que puede dirigir. Yo aquí, en cambio, intento darle curso al alquiler de un bendito galpón, para trabajar y producir, pero sepa: no encuentro las riendas.
Le cuento. Hace meses que el inquilino anterior no entrega las llaves del galpón que vi, así que retomé la búsqueda diciéndome “un galpón encuentro rapidísimo”.
La ensalada dietética de situaciones irracionales no tardó en llegar: que sólo se alquila para depósito, que pintura adentro no, que para taller mecánico no (no, señora, soy electromecánico industrial, nada que ver con grasa), que está bien ubicado y vale más (¿para trabajar a puertas cerradas me sirve eso?) y alguna que otra imposición para, diplomáticamente, decir “no te lo alquilo para lo que vos necesitas, pibe, sino para lo que a mí se me ocurra”.
Llamé a varios y me encontré con que el precio publicado en EL DIARIO no era el real o que lo que me dijo el martillero estaba muy por debajo de lo que el dueño me pidió.
Cosas de números, o de ocurrencias, según dicte la veleta financiera.
Pero realmente contradictorio es el tema del papeleo. Lea. Si usted es empleado, traiga un recibo de sueldo y una garantía. Si es monotributista, traiga tres garantías (a lo que interrumpo aclarando que soy responsable inscripto y que puedo brindar un informe certificado por escribano) y escucho “no, eso no sirve”. Pero bien, si la vida lo golpeó tanto (acá van las risas del Guasón) como para no tener un recibo de sueldo como ellos piden, traiga un título de una propiedad a su nombre.
Y me pregunto: ¿cuántos empleados son los que alquilan un galpón? ¿Acaso no es el emprendedor o empresario el que necesita un galpón? Se la dejo picoteando.
Tres garantías para el caso del monotributista. Ok, finjo a mi mujer de monotributista empleadora y pongo de garantía a sus tres empleados si ese es el problema. Y si eso es muy rebuscado entonces recorro mi árbol genealógico por algún primo con buen recibo y cero deudas, cierto, en Argentina no existe el deuda cero.
¿El título de propiedad? Me opuse, y me dijeron que si tenía la intención de pagar no debería tener problemas en facilitar el título de mi casa como garantía, por lo que cité el ejemplo de los automóviles cuyos créditos prendarios son vendidos a otro titular sin que el pobre pagador de cuotas se entere hasta el momento de levantar la prenda. Además, ¿poner una casa de 800 mil pesos como garantía de un contrato por 36 meses que representa un total de 180 mil pesos?… una idea de usureros para usureros me suena.
Ya no sé qué hacer: si irme a Suiza donde se pasa frío pero se vive libre, o quedarme acá, amasar unos pesos, construir un galpón para poner en alquiler y divertirme a costas del que quiera venir a alquilármelo.
Le agradezco el espacio, para hacer mi catarsis pública.
Pablo J. Teixeira.
DNI 28.987.367
Hablar del “bullying” es necesario
El domingo 31 de mayo sentada en una mesa de café, hojeando el diario Clarín, detengo mi atención en la nota de la sección “Sociedad” - “El bullying puede causar más daño que el maltrato familiar” y comienzo su lectura, sin poder evitar que fluyan en mí, sentimientos encontrados.
Primero angustia por sentirme identificada al haber sido víctima junto a mi hermana y otra compañera, por el solo hecho de que nuestros padres, mal llamados por algunos “ignorantes”, dedicados a labores agropecuarias -“hoy tan bien vistas por lo rentables”- y quienes, sin formación académica alguna, valorando el efecto transformador y las herramientas que la educación aporta, decidieron que sus hijas continuaran estudios secundarios, en una escuela de gestión privada, en la ciudad.
Sonaría muy agresivo y profundizaría mi angustia detallar los diferentes motivos y vocabulario que utilizaban, algunos compañeros de curso, para burlarse de las “gringas del campo”, como algunos nos referenciaban, surgidas de una valiosa escuela rural, que nos permitió cursar, sin dificultad académica, la escuela secundaria.
Seguramente muchos lo habrán padecido hace 40 años atrás, tal vez por otras razones, tiempo en que los docentes y autoridades educativas, ocupados de otras problemáticas, estas cuestiones les pasaban inadvertidas o sólo se trataban como conflictos pasajeros entre compañeros.
Comparto la referencia, que hacen en la nota del diario, de lo manifestado por Luis Kancyper, médico psicoanalista y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina “El acoso escolar deja una herida a la dignidad de la persona.
No es un golpe cualquiera. Los pares me confirman como persona, entonces la víctima se siente tan agraviada que el dolor le produce una huella traumática que puede durarle toda su vida”.
Efectivamente, transcurridas cuatro décadas, aún queda en nosotras rastros de ese maltrato sufrido, que no se puede borrar.
Segundo celebro el tratamiento que se ha comenzado a dar desde el ámbito educativo y que debe también sumar, comprometidamente, a las familias educando a sus niños y jóvenes en la aceptación de su par “diferente”.
Mónica Terenti DNI: 16.151.347
Qué pasa con la basura reciclable
Deseo conocer si el servicio de recolección de basura reciclable no se efectúa más debido a que por mi casa hace casi 2 meses que no pasa.
Mi domicilio es Providencia 665, de barrio Palermo.
Además el barrendero tampoco pasa... sin ir más lejos hace casi un mes que tenemos por calle 12 de Octubre entre Sargento Cabral y Providencia una cantidad de tierra que recuerda un campo arado.
Ana Piedrabuena
DNI 12.871.564
