Escribe
Fabio Morisetti
Atlético Ticino se despidió del certamen con una sonrisa al derrotar por la mínima diferencia a Rivadavia en Arroyo Cabral.
La victoria del Albirrojo fue merecida, especialmente por lo mostrado en la parte final del encuentro, donde contó con chances como para aumentar la diferencia.
El partido empezó a todo tren, con la visita avisando a los 20 segundos con Salazar y un par de minutos más tarde con Molina disparando por encima del horizontal.
Sin embargo, fue apenas un espejismo. Rápidamente todo se hizo por demás aburrido, con múltiples errores en los pases y escasísimas apariciones por las áreas.
En una de las pocas chances de la etapa, Ticino encontró el gol. A los 15, Salazar hizo una pared con Castaño y definió muy bien al palo izquierdo de Salomón, que nada pudo hacer.
Rivadavia no tenía argumentos ofensivos como para pensar en la igualdad, siendo muy esporádicas las visitas a las cercanías de Fantino. A los 29 Berardo hizo una buena jugada personal. Pero definió mal de zurda, y a los 43 otra vez el juvenil estuvo cerca, pero definió al cuerpo del arquero cuando llegó el achique.
Como contrapartida, ya en el descuento, Bordón, de atropellada, casi marca el segundo para la visita.
El complemento fue aún más aburrido, con la pelota yendo y viniendo permanentemente sin que nadie le pudiese dar un destino correcto.
Dentro de este contexto, el negocio fue del Atlético, que veía pasar los minutos sin sufrir sobresaltos.
A los siete, Bordón ejecutó un centro, Salomón le erró al despeje, la pelota dio en el poste y el rebote cayó en la cabeza de Bettiol, pero, con todo el arco a disposición, el defensor le acertó al travesaño, dejando pasar una nítida chance de gol.
Fue lo único rescatable de esos 45 minutos, porque Rivadavia jamás pudo concretar algo hilvanado como para pensar seriamente en el empate, y Ticino desaprovechó varios contragolpes con superioridad numérica porque no estuvo fino a la hora de la estocada final.
Se terminó el torneo para ambos equipos y ahora viene el tiempo de trabajar para mejorar con vistas a la segunda parte del año.