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DE NUESTRA REDACCION
Mientras la presidenta Cristina sostuvo una nueva reunión con el Papa Francisco, los sindicalistas disidentes preparan un nuevo paro y la oposición no muestra todas sus cartas, se empezó a recalentar la interna entre los dos precandidatos oficialistas.
El ministro Florencio Randazzo puso en marcha el “tren de la victoria” y cuestionó duramente a su competidor el gobernador de Buenos Aires y exmotonauta Daniel Scioli.
El camino rumbo a las PASO se va armando entre rieles y aguas turbulentas. Randazzo salió a golpear emparentando a Scioli con las corporaciones y recordando que tiempo atrás planeaba listas conjuntas con el líder del Frente Renovador Sergio Massa.
El ministro está envalentonado por algunas encuestas que lo ubican en una lucha pareja con un rival (por así decirlo) que sigue firme en su mensaje de “fidelidad” y que no pierde los estribos.
Hasta el día 20 de junio, fecha de vencimiento del plazo para inscribir las candidaturas a las Primarias Abiertas Simultáneas Obligarias, el tren de Randazzo no parará los motores.
Para ciertos sectores kirchneristas, el ministro nacido en Chivilcoy el 1 de marzo de 1964 es el “único” que representa fielmente la continuidad del modelo iniciado por Néstor Kirchner en 2003 y profundizado por Cristina en los últimos ocho años.
El contador que viene del justicialismo y ocupó cargos durante las gobernaciones de Eduardo Duhalde y Felipe Solá llegó al Gobierno nacional como ministro de Gobierno de Néstor en 2004.
Su trayectoria ininterrumpida en el proyecto kirchnerista lo pusieron en un primer plano en la consideración de la militancia K.
Sin embargo, su figura no logró insertarse en las “simpatías” de los caciques del peronismo bonaerense y en la mayoría de los dirigentes de peso del peronismo a nivel provincial.
Si bien, fue a Salta a festejar el triunfo de Juan Urtubey, Randazzo no logró tener el apoyo del joven dirigente.
El gobernador norteño fue el primero, días atrás, en dar su respaldo a la candidatura de Scioli.
Por estas horas, se espera que los mandatarios y los caciques provinciales del PJ pongan sus fichas en uno de los dos precandidatos del Frente para la Victoria.
Scioli es el que más sintonía tiene con el peronismo tradicional y proyecta su onda naranja por todas las latitudes mientras teje y teje acuerdos con el apoyo de su esposa, Karina Rabolini, que días atrás estuvo en Córdoba avalando la campaña de Eduardo Accastello.
“Todas las chances”
El gobernador bonaerense nacido el 13 de enero de 1957 está a la espera de conversaciones con la presidenta Cristina para definir su compañero de fórmula en los próximos días.
“Daniel tiene todas las chances de ganar en primera vuelta y la presidenta lo sabe”, señalan sus principales operadores.
No obstante, el misterio sobre cuál será la posición de Cristina está latente. ¿Se inclinará por uno de los dos precandidatos o dejará que hablen las urnas en agosto?
Es la pregunta que tiene inquietos tanto a los que andan sobre rieles como a los que se inclinan por la navegación.
No es novedad que Scioli se comportó “como un soldado fiel” y está dispuesto a ofrecer al kirchnerismo el armado de la lista que lo acompañará.
Mientras tanto, la guerra de encuestas está provocando terremotos. La mayoría de los consultores lo han ubicado en todo momento a Scioli como el candidato mejor posicionado para contabilizar un triunfo en octubre.
El propio Scioli armó su estrategia confrontando con el jefe porteño y líder del PRO Mauricio Macri.
Hasta el 20 de junio, los cimientos de las campañas tendrán temblores y los asesores se harán un festival con los números en mano.
Por ahora, tanto Scioli como Macri están atentos a los pasos de Massa. Un factor que puede inclinar la balanza si decide bajarse y aspirar a la Gobernación de Buenos Aires.
Todos andan paso a paso.