El próximo sábado y domingo se realizará en las parroquias de todo el país la colecta anual de Cáritas Diocesana, esta vez, con el lema “Todo lo que se comparte, se multiplica”, palabras del Papa Francisco.
La directora de la institución a nivel local, Gilda Ibal, dijo que, además, se puede colaborar durante toda esta semana, ya que se hacen colectas casa por casa, en esquinas semaforizadas y con alcancías en algunos negocios.
“Cada parroquia tiene la libertad de manejar la iniciativa como quiera”, indicó. Además, también se puede aportar acercándose a la sede de calle México 60 en Villa María.
Ibal recordó que lo recaudado se reparte en tres partes iguales: para las parroquias, Cáritas Diocesana y Cáritas Nacional.
En ese sentido, precisó que el dinero “no va a un área específica”. “Es la única colecta del año y a medida que vamos caminando, vemos las necesidades que surgen y en base a eso, se designan fondos”, comentó. Así se apoya lo vinculado a la educación no formal, las residencias estudiantiles o proyectos de economía social.
Cuando se le preguntó si lo que brindan los vecinos villamarienses satisface las expectativas de la institución, Ibal recalcó su agradecimiento a la comunidad. “Siempre agradezco mucho. Cáritas no sólo es el organismo de la Iglesia, todos la animamos. Nos compete a todos los bautizados”, subrayó, e invitó a sumarse a todos los que no lo hicieron.
También en este aspecto, destacó que invita a la ciudadanía a acercarse a Cáritas para conocer lo que se realiza, ya que observa que muchos no saben de sus acciones, fuertemente direccionadas “a proyectos de promoción humana”.
Creció la demanda
Por otra parte, cuando se le consultó respecto a la demanda actual de Cáritas por parte de la población, la dirigente admitió que “ha crecido un poco” y que eso “se nota en las copas de leche, en los centros misioneros y en la cuestión habitacional”.
Sobre este último tema hizo hincapié. “No sólo se trata de personas que necesitan una vivienda, sino de cuestiones relacionadas a los desalojos. Llegan muchos casos de ese tipo y nosotros no tenemos nada para ofrecer porque no contamos con albergue. La ciudad, en ese sentido, tiene una gran pobreza porque no tiene qué alojamiento ofrecer. Ninguna institución tiene”, advirtió.
“Nos cuentan que la Municipalidad les ayuda a pagar, por ejemplo, tres meses de alquiler, pero la gente no consigue las garantías y se torna muy complicado”, dijo con preocupación.