El hombre al que se le atribuye haber asesinado de dos balazos a Enrique “Kike” Espósito acusó ayer al “testigo clave” Franco Damián Irigoita y al cuñado de éste, el expresidiario Arnaldo “Pinky” Farinone (actualmente prófugo de la Justicia), de haber organizado y ejecutado el asalto durante el cual murió el comerciante villanovense hace casi cuatro años.
Lejos de identificarse por su particular apodo, José Alberto “Calladito” Deheza habló hasta por los codos y decididamente pateó el tablero del impactante juicio que se está llevando a cabo en la Cámara del Crimen de Villa María.
Sin pelos en la lengua, aunque visiblemente nervioso, el presunto sicario que habría contratado Nora Lilián Abelleira para matar a su concubino amplió la declaración indagatoria que había prestado el pasado 18 de mayo, durante la jornada inaugural del proceso oral y público.
“Esto que voy a decir me puede costar caro a mí y a mi familia”, advirtió Deheza de entrada y luego aseguró que quien había pasado el dato de que Espósito tenía dinero y joyas de oro fue Irigoita, quien a la fecha del crimen estaba trabajando para el comerciante ya que se encargaba de repartir quesos en un camión.
“El que organizó todo fue ‘Pinky’ Farinone”, afirmó el acusado con la voz temblorosa, aunque aclaró que previamente Irigoita le había “marcado” la casa de Espósito “porque sabía que tenía plata y cosas de oro”, ya que habitualmente concurría a su domicilio (Villa Gesell 170, en barrio Costa de Oro de Villa Nueva) como consecuencia de la actividad laboral que el presunto “entregador” mantenía con la víctima.
Con dos cordobeses
Deheza agregó que, “con esos datos, ‘Pinky’ se contactó con dos tipos de Córdoba, quienes vinieron y participaron del hecho junto a Irigoita” la noche del viernes 17 de junio de 2011. Asimismo, dijo que los llamó por teléfono desde la cárcel.
Ante una pregunta de la camarista Silvia Saslavsky de Camandone sobre quiénes eran los sujetos que vinieron desde la capital provincial, Deheza se excusó diciendo “averígüenlo ustedes”.
Cabe recordar que Irigoita y Farinone son cuñados, ya que el primero está casado con Claudia Farinone, hermana del expresidiario que desde hace algún tiempo se encuentra prófugo de la Justicia, acusado de haber intervenido en un asalto a mano armada que sufrió la hija mayor de Abelleira, Verónica Volpe, el 21 de septiembre de 2013, en la casa que por entonces ocupaba en Liniers al 200, en barrio Palermo de esta ciudad.
Y un par de datos más: en aquel violento atraco, Volpe fue desapoderada de dinero en efectivo y un paño con numerosas joyas de oro que pertenecían a su madre, muchas de las cuales la mujer las había comprado en Rosario algunas semanas después de la muerte de “Kike” Espósito. Y fue el propio Irigoita quien, a pedido de Abelleira, la llevó hasta la ciudad santafesina para realizar aquellas compras.
Por aquel asalto de barrio Palermo, la Policía detuvo pocos días después a los cordobeses Rafael y Matías Nieto, quienes también son cuñados de “Pinky” Farinone porque este último está en pareja con una hermana de aquellos.
Se lo contó “Pinky”
En otro pasaje de su declaración, Deheza dijo que se enteró de cómo había sido el trágico asalto a Espósito por boca de “Pinky” Farinone, quien a su vez había sido anoticiado de los hechos por su cuñado Irigoita.
Según aquel relato, los cordobeses llegaron a la casa del comerciante para realizar el “trabajo”, pero como Espósito no les abrió la puerta, se valieron de Irigoita para engañar al comerciante y que éste, por tratarse de su empleado, le franqueara el paso.
Siempre según los dichos de Deheza y en base a lo que supuestamente le contó Farinone, cuando Espósito abrió la puerta para dejar entrar a su empleado, irrumpieron detrás de él los dos cordobeses, en lo que se conoce como “coladera”.
“Como Espósito se dio cuenta que Irigoita lo había engañado y que estaba de acuerdo con los otros, hubo una discusión entre ambos”, añadió el acusado y agregó que “aunque acá (en el juicio) algunos testigos dijeron que no robaron nada, ‘Pinky’ me dijo que sí había plata”.
Luego refirió que, como el comerciante ya había identificado a su empleado como uno de los asaltantes, los cordobeses le dijeron que saliera a la calle y que acelerara el camión que el propio Irigoita había dejado un rato antes, cuando habían ido a llevarle lo recaudado durante el reparto de esa semana.
Según el relato que Farinone le habría hecho a Deheza, en esas circunstancias y aprovechando el ruido del motor del camión en el silencio de la noche, uno de los “visitantes” le descerrajó dos disparos en la cabeza a Espósito, tras lo cual los tres huyeron con el dinero.
“Ahora corro peligro”
“Yo sé que ahora corro peligro de que me maten en la cárcel por haber dicho todo esto, pero es la verdad de lo que pasó”, dijo Deheza en otro pasaje de la indagatoria y añadió que “Irigoita va a decir que yo ‘le batí la cana’ (en lenguaje carcelario, que lo mandó al frente) y no sé cómo voy a vivir allá adentro”, en alusión al Establecimiento Penitenciario Nº 5, donde está alojado desde hace casi dos años y medio.
El acusado admitió saber que “no se hace esto” (entregar a un ladrón), pero lo estoy haciendo por primera vez en mi vida. Y tuve que hablar hoy porque si no me van a condenar por un crimen que yo no cometí”.
“A mi familia también la pongo en peligro, porque Farinone está en libertad”, agregó.
Poco antes de concluir su declaración y ante una pregunta aclaratoria formulada por la jueza Saslavsky, Deheza reiteró que “el organizador del hecho fue ‘Pinky’ y al dato se lo consiguió Irigoita”.
El último testigo
La décima audiencia de debate comenzó al mediodía (con dos horas de retraso) con el comparendo de Mario Raúl Livetti, un empleado de la fábrica de productos lácteos Noal SA, donde se desempeña como portero.
El testigo dijo que al frente de la planta ubicada sobre la ruta provincial 2, en inmediaciones del “puente de la Fábrica”, hay un lavadero de camiones, propiedad de la familia Irastorza, y en dicho predio hay una casita en la que vive el cuidador del lugar.
Livetti identificó al “puestero” como Juan Carlos López, quien fue pareja de la madre de José Deheza, María Elsa Liziaga, una parapsicóloga que se hizo conocida como “Marita” y que falleció a mediados de septiembre del año pasado.
La presencia del trabajador de Noal en este juicio fue a requerimiento del fiscal Francisco Márquez, quien puntualmente lo interrogó sobre las condiciones de vida de López y Liziaga poco después del crimen de Espósito.
El testigo dijo que era una familia más bien humilde, que supo tener un viejo Rastrojero, aunque aclaró que en los últimos años López se moviliza en una bicicleta.
No estuvo Abelleira
Por primera vez en lo que va del juicio, la coimputada Abelleira no estuvo presente en la sala. Su defensor, el abogado Juan Antonio Rusconi, dijo que no había concurrido porque estaba sufriendo “muchos dolores” producto de la grave enfermedad que padece desde hace varios años y que le ocasiona problemas de movilidad.
Sobre el final de la audiencia, el propio Rusconi informó al presidente del tribunal, René Gandarillas, que tenía previsto que su clienta ampliara la declaración que había prestado el día que comenzó el juicio, pero que debido a su delicado estado de salud iba a desistir de tal comparendo.
Pedido de prórroga
Por otra parte, el fiscal Márquez solicitó que se tramite de manera “urgente” ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Provincia una prórroga extraordinaria de la prisión preventiva que pesa sobre los dos acusados.
El pedido obedece a que el jueves de la próxima semana vence el plazo fijado en diciembre pasado por el TSJ, cuando difirió por seis meses el vencimiento de la preventiva.
Ocurre que tanto Abelleira como Deheza se encuentran detenidos desde el 18 de diciembre de 2012 y si no se establece una nueva prórroga (ahora extraordinaria), el 18 de junio estarán en condiciones de solicitar la libertad.
El martes, alegatos y sentencia
De no producirse algún cambio de último momento, el juicio concluirá el próximo martes, jornada que será muy prolongada porque el tribunal tiene previsto escuchar los alegatos de las partes y luego pasar a deliberar con los jurados populares para dictar sentencia.
La audiencia final fue convocada para las 9 y se estima que las conclusiones de acusadores y defensores demandará más de seis horas.
El veredicto se conocerá al atardecer.
Las fotos
1) Deheza acusó a Irigoita de haber intervenido en el asalto que le costó la vida a “Kike” Espósito el 17 de junio de 2011
2) La esposa de Deheza, Rosa Almarante, estuvo en la sala mientras declaró su marido
3) Mario Livetti fue el último de una larga lista de testigos que declararon en este juicio
4) Eduardo Rodríguez hace entrega de unos documentos al secretario Guillermo Picco
5) Franco Irigoita, el “testigo clave” de la causa al que ayer incriminó José Deheza