Escribe:
Juan Manuel Gorno

Para muchos la agresividad en el fútbol se entiende por la vocación ofensiva que un equipo traslada al juego tomando riesgos, provocando el error rival y apabullando con situaciones de peligro al arco contrario.
De ahí se puede decir entonces que Alumni fue agresivo y tuvo una noche de recuperación con actitud y juego que le valió quedarse con tres puntos fundamentales, después de dar vuelta un resultado adverso y vencer 3 a 1 a Gimnasia de Mendoza, en Plaza Ocampo.
La victoria fue inobjetable por donde se la mire, aunque algo detenida desde temprano por el entusiasmo y las necesidades del visitante, como así también por los desaciertos del árbitro rosarino Carlos Boxler.
Sólo durante un corto lapso de tiempo apareció el semáforo rojo para ese triunfo fortinero. Y fue en el principio, a los 7 minutos, cuando Boxler pitó penal una “mancha” en el área local que terminó con el remate de Guillermo Alvarez desde los doce pasos para poner arriba en el marcador al “Lobo” mendocino.
En lo demás, todo el protagonismo pasó por el equipo villamariense y su verticalidad para merodear el arco de Gerardo Godoy hasta finalmente vulnerarlo.
Es cierto que los problemas semanales y la necesidad de puntos casi como de agua le jugaron en contra a Gimnasia, ya que se retrasó desde muy temprano, ni bien se puso en ventaja, y quiso cortar caminos atrás sin mostrar lucidez para contrarestar los ataques locales.
Pero lo valioso de Alumni fue que controló la pelota desde la sapiencia de Sebastián Godoy y Fernando Guzmán, se aseguró los cierres en el fondo con el aporte defensivo de Ariel Quiroga, encontró proyección constante con Hugo Yocca y tuvo presencia en ataque con un tridente ofensivo muy interesante (apuesta arriesgada y positiva del técnico Marcelo Bonetto). Sin embargo, a esa incisiva búsqueda del empate le faltó tranquilidad para que los delanteros tuvieran chances concretas.
Abroquelado Gimnasia con dos líneas de cuatro, al equipo villamariense le costó perforar con pases profundos y debió apelar a los centros repetitivos, entonces Víctor Rena primero y Carlos Herrera después (en dos oportunidades) estuvieron cerca de marcar mediante el juego aéreo.
En la misma medida, mientras Yocca no podía concluir bien en sus proyecciones veloces por derecha, había que esperar por los arrestos individuales de Alexander Lucero por izquierda. Y desde allí se supo que algo podía suceder. De hecho, antes del cierre del primer tiempo, el atacante sacó a pasear a su marcador, a pura gambeta, y envió el centro que Guzmán no pudo conectar de lleno. La pelota quedó boyando y Herrera eludió al arquero para tirar cruzado, pero antes del grito, llegó Sebastián Godoy para asegurar el gol.
La aparición del mediocampista dejó la protesta de todo Gimnasia, cuyos jugadores consideraron que había definido en posición adelantada.
De ahí en más, el primer tiempo dejaba dos polémicas que derivaron en gol, gestadas por el error arbitral.
No obstante, el empate era premio por el esfuerzo fortinero para remontar el revés del inicio.
Sólo faltaba que alguien pudiera darle pulcritud a los avances, en pos de encontrar mejor a los delanteros de cara al gol.

s Enganche clave

La solución era el ingreso de un enganche. Y Bonetto leyó bien el juego, por eso incluyó a Gerónimo Vidal, quien parece destinado a cambiarle la cara al equipo saltando desde el banco.
Con toque corto por delante de Sebastián Godoy y detrás de los atacantes de área, el volante santiagueño fue clave para ponerle cabeza fría a los pies calientes del equipo. Y como Gimnasia careció de patrón de juego para nivelar eso (en momentos de crisis, es verdad que a ciertos equipos la pelota les quema), para Alumni fue más sencillo llegar a la victoria.
Entonces, después de una serie de situaciones salvadas por la defensa mendocina en última instancia, llegó el segundo gol, a los 16 minutos, cuando Rena peinó un centro para Herrera, quien -ante un nudo de Rodrigo Nolla- ganó la posición y definió cruzado.
El “Lobo” no tuvo tiempo de recuperarse porque “Seba” Godoy fue amo y señor del mediocampo y porque Lucero, siempre a pura velocidad y gambeta, envió un centro justo para que Yocca decretara el 3 a 1, cuatro minutos después del grito de “Falucho”.
De ahí en más, los cambios y la actitud para morder cada pelota no sirvieron demasiado en el visitante, que tuvo dos situaciones para descontar y en ambas se lució el arquero Julio Chiarini.
Así todo fue de Alumni: el buen juego, los tres puntos, la tranquilidad, la fiesta en las tribunas y un futuro interesante, que seguramente lo encontrará mejor si consigue trasladar este juego agresivo a otros terrenos más que los de Plaza Ocampo.

La figura: Sebastián Godoy jugó su mejor partido en Alumni, convirtiéndose en dueño del mediocampo, sobre todo tras el retroceso de Quiroga y la salida de Guzmán, más allá del gol. Y fue clave Gerónimo Vidal para modificar el juego ofensivo del equipo villamariense. El resto también jugó muy bien y no hubo puntos flojos por remarcar.

El árbitro: El rosarino Carlos Boxler tuvo algunos marcados errores que desataron la queja generalizada. En el penal, el jugador de Gimnasia se tiró y, en el gol del empate, "Seba" Godoy pareció en offside, aunque la jugada fue muy fina. Además, el árbitro no aceleró el juego y se guardó algunas amarillas por infracciones que así la merecían.

3
ALUMNI
Chiarini 7
Peñaloza 6
Quiroga 7
Díaz 6
Yocca 7
Guzmán 6
S. Godoy 8
Villagra 7
Herrera 7
Lucero 7
Rena 7
DT: M. Bonetto
Sup: Ronco, Echeverría, Cabrera y F. Depetris.

1
GIMNASIA DE MZA.
G. Godoy 5
Sánchez 5
Villafañe 5
Bidal 5
Noya 4
Ojeda 5
Marchetti 5
Benito 5
Ruiz 5
Prieto 5
Alvarez 5
DT: R. Dillon
Sup: Bustos, Estrada, Arce, Villar y Quiroga.
Partido Bueno
Arbitro Carlos Boxler (Rosario)
Goles: 7m PT Alvarez, de penal (G), 46m PT Sebastián Godoy (A), 16m ST Herrera (A) y 20m ST Yocca (A).
Cambios: Reinició Gerónimo Vidal (7) x Guzmán (A), 24m ST Damiani x Lucero (A), 25m ST Badaracco x Benito (G), 33m ST Ríos x Noya (G) y 40m ST Basualdo x Rena (A).
Amonestados: Yocca, Guzmán y Quiroga (A); Bidal, Noya, Ojeda y Benito (G).
Jugado en: Plaza Ocampo.
Público: 1.700 personas, aproximadamente.