Por Federico Jelic
(Especial para EL DIARIO)
“Y ya lo ve, y ya lo ve, somos locales otra vez”, vamos a volver a escuchar seguramente mañana en el Estadio La Portada de La Serena, cuando Argentina empiece otro desafío, esta vez por Copa América, enfrentando a Paraguay en tierras chilenas. Es que de acuerdo a las estimaciones de la propia organización y personal del estadio, los cálculos indican que habría más de 12 mil hinchas albicelestes alentando a Messi y al elenco del “Tata” Martino.
Es que de los 18.500 lugares que tiene habilitados el máximo coliseo de La Serena, gran parte serán cubiertos por banderas celestes y blancas. Pocos chilenos y menos paraguayos. Una costumbre. Es cierto que hay cierta ventaja porque Argentina jugará dos partidos en esta ciudad que tiene más de 200 mil habitantes, sin embargo, las tonadas mendocinas, pampeanas y sanjuaninas ya se empiezan a distinguir cuando uno camina por la Plaza de Armas, o busca precios accesibles en tecnología o vestimenta en la zona de La Recova.
Patentes de autos ya conocidas, ya en la zona del faro los estacionamientos cuentan con banderas y música popular, a las orillas del océano Pacífico. Ahí se realizará hoy el primer banderazo, a las 15, para que la ciudad empiece a sentir “que se siente” cuando juega Argentina.
Por cierto, hay precios más baratos pero tampoco la locura. Las casas de cambio de la zona céntrica ofrecen 630 pesos chilenos por dólar (600 el peso “blue”) y se puede almorzar por cuatro o cinco dólares. Los alojamientos ya han subido sus precios, no por menos de 800 pesos uno puede pernoctar en un hostal de tres estrellas.
Pero algo hay en el ambiente. La fiebre de ver a Messi contagió incluso a los chilenos que desde Santiago prefirieron viajar los 470 kilómetros que separan las ciudades, por encima de ver a sus ídolos chilenos Arturo Vidal o Alexis Sánchez.
La euforia existe en los locales por ganar su primera Copa América, ya que es la sexta vez que la organizan y nunca llegaron a lo alto del podio.
Mientras se recorre el estadio La Portada, los susurros ya marcan presencia. Diez mil almas alentando a más no poder a Argentina. Un año atrás la Selección se quedaba sin el sueño de campeón en Brasil 2014. Quizás no es lo mismo, la herida seguirá doliendo, sin embargo, la pasión y el amor se renuevan una vez más. Por estos colores, todo es más fácil. Vamos Argentina, carajo!