El INTA Rafaela está por finalizar la instalación del primer tambo robotizado del país y el primero de Latinoamérica, vinculado con una institución científica y a una línea de investigación. La unidad comenzará a trabajar en las próximas semanas con el ordeño de 40 vacas y se implementará en un sistema pastoril intensificado con tres sectores de alimentación: dos de pastoreo directo y uno donde se distribuirá una dieta TMR -ración totalmente mezclada.
En el marco de la 21° edición de Agroactiva, el INTA presentó la puesta en marcha del primer tambo robotizado del país que será clave para la adaptación nacional de la tecnología del sistema de ordeñe voluntario.
Juan Manuel Fernández Arocena, director nacional asistente de Sistemas de Información, Comunicación y Calidad del INTA, destacó respecto a la muestra "el aporte de las nuevas tecnologías de información y comunicación que permiten fortalecer el desarrollo del sector agropecuario e impulsar buenas prácticas agrícolas, orientadas a lograr un sistema productivo más sustentable".
Miguel Taverna, referente en lechería del INTA Rafaela -Santa Fe-, explicó que el componente central de esta tecnología es un robot que realiza las prácticas de rutina, ordeña las vacas en forma automática, mide la producción, detecta problemas de mastitis y suministra alimentos, entre otras funciones.
“Esta tecnología no remplaza a la gente, sino que modifica favorablemente las condiciones de trabajo”, aseguró Taverna quien remarcó que “el trabajo de las personas es imprescindible para el buen funcionamiento del sistema, pero que, gracias al uso de la tecnología, el operario puede centralizarse en tareas de gestión, manejo alimenticio, de pasturas, salud y reproducción”.
De acuerdo con el técnico, el proyecto tiene como principal objetivo lograr la validación y adaptación de una tecnología conocida en el mundo como Sistema Automático de Ordeño Voluntario (VMS) en un sistema de producción representativo de la Argentina.
Con respecto a la presencia de la innovación a escala mundial, Taverna señaló que la robótica aplicada al ordeño cuenta con más de 20 años de desarrollo y que actualmente es adoptada por 30.000 tambos comerciales. No obstante, explicó que “su aplicación en tambos pastoriles intensivos -como sucede en este caso- es reciente y supone mayor complejidad, lo cual obliga a desarrollar estudios de adaptación y validación”.
Este proyecto de investigación se lleva a cabo a partir de un convenio de vinculación tecnológica firmado entre el INTA y la empresa DeLaval SA y, además, cuenta con el apoyo de la Cooperadora de esa unidad del INTA.
Por otra parte, “también se plantea evaluar su sustentabilidad a través de indicadores productivos, ambientales y económicos”, detalló el especialista del INTA.
Un proyecto promisorio
Además de la dimensión productiva, el especialista resaltó la importancia de incorporar innovación a los procesos del agro como una posibilidad valiosa y estratégica para atraer la participación de los jóvenes en el sector.
“Poner a disposición de las nuevas generaciones tecnologías, más cercanas a sus pautas socioculturales, significa un incentivo para permanecer o iniciarse en la actividad”, aseguró Taverna, al tiempo que destacó la escasez de mano de obra calificada como uno de los principales factores que motorizaron la investigación.
En este sentido, el especialista se refirió a la experiencia del proyecto y comentó que en una reciente búsqueda de personal para trabajar en el sistema, se presentaron 106 personas de menos de 35 años y, en general, todos con formación terciaria y hasta universitaria, en algunos casos.
El proyecto tiene una duración prevista de cinco años. El primero comprende la puesta en marcha del sistema, mientras que en los siguientes se prevé su evaluación de acuerdo con indicadores técnicos, ambientales, sociales y económicos que permitirán generar datos y compararlos con otros registros de tambos convencionales.