El exlíder del Frente Cívico de Villa Nueva, Manuel Argüello, aseguró que no traicionó sus convicciones y sus ideales y que seguirá siendo el mismo de siempre al pasar a formar parte del equipo con el que el exintendente Marcelo Frossasco prevé retornar al poder.

-¿Por qué decidió aceptar la propuesta del candidato de Unión por Córdoba?

-En el Frente Cívico habíamos trabajado con una mirada de construir un espacio progresista y con el tiempo eso se fue diluyendo, desgastando.

Entendíamos, además, que en Córdoba estaba cada vez más cerrada la posibilidad de formar parte de ese proyecto político y la estocada final fue el acuerdo con el macrismo. De todos modos, me fui sin hacer ruido. 

En ese marco comenzaron a aparecer un montón de propuestas de distintos espacios, de todos los lugares. Finalmente, Marcelo nos ofreció la posibilidad de tener el área de Acción Social, dado mi trabajo.

Entendíamos que en esta coyuntura local la expresión de lo popular es Marcelo; no la encontramos en otra expresión. Frossasco es abierto al diálogo, camina la ciudad, es querido por los sectores humildes y cuando le tocó gobernar, fue una época muy difícil y ha madurado políticamente. Además, nos da la posibilidad de construir con total libertad con una perspectiva social sin estar atados necesariamente en lo partidario. 

Trabajo hace mucho tiempo en el voluntariado y uno se da cuenta de las cosas que puede hacer sin recursos, imagínate con recursos y capacidad de gestión. De ahí surge mi decisión, estoy convencido de que es el mejor espacio. No he declinado mis banderas, no fue un acuerdo por cargos porque no aparezco en ninguna lista. Ha sido un acuerdo programático.

Me preocupa muchísimo el avance de las adicciones en Villa Nueva, la feminización de la pobreza, el tema de viviendas y he hecho público muchas veces que este Gobierno en ocho años no ha hecho casi nada en lo habitacional. 

Todo esto me llevó a tomar la decisión, que tiene sus costos políticos, pero entiendo que tenemos que estar en este lugar. No es por conveniencia, sino por convicción, y no encuentro diferencias entre la propuesta que representa la triple alianza  y la que puede llevar adelante el accastellismo y Schiaretti, porque los tres han aggiornado su discurso. Accastello sale a hablar del Código de Faltas, cuando a los pibes se los perseguía por pintar consignas políticas en las plazas o se los quería sacar de los semáforos. ¿De qué progresismo estamos hablando?

-Precisamente, en referencia a eso, el hecho de que la Policía de la Provincia sea manejada por el poder político representado por De la Sota-Schiaretti, ¿no le genera un conflicto ideológico, al terminar siendo parte del grupo del candidato villanovense por ese partido?

-Acá hemos acordado tener la aptitud absoluta de trabajo y la completa libertad ideológica para trabajar con los vecinos. Desde ya que trabajaremos en la promoción humana. La palabra represión siempre nos tuvo en contra, por eso siempre trabajamos en la promoción y tutelaje de derechos de quienes son vulnerados. Sigo teniendo la misma mirada, soy un garantista. 

Schiaretti conmigo no cerró ningún acuerdo, sino Frossasco, y acepté el desafío porque creo que tengo mucho para dar y hacer. En lo partidario, los demás desde ningún lado me pueden señalar. No vendí consignas. El primero que va a estar al lado de los pibes que están en situación de vulnerabilidad seré yo.

-Usted ha trazado un diagnóstico muy crítico sobre la situación social de los villanovenses. ¿Se ha planteado la injerencia de los ocho años del mandato de Frossasco en este cuadro? ¿Eso no le ha generado dudas?

-La principal crítica que le hice a Cavagnero es la cerrazón al diálogo. Ha vaciado el Deliberante de contenido, algo que no se ha dado en otros tiempos. Las coyunturas de Frossasco y Cavagnero son totalmente diferentes. El Gobierno Nacional envió inconmensurables muestras de apoyo al municipio actual y eso no se tradujo en obras. Villa María ha multiplicado las viviendas de manera descomunal y Villa Nueva no entregó ni ocho.

Frossasco gobernó en medio de una crisis y Cavagnero en medio de una bonanza. Es un dato objetivo de la realidad, no lo digo yo.