Escribe: Juan Pablo Morre

 

En la actualidad, la palabra “detalles” es utilizada frecuentemente en el ámbito del fútbol para explicar las cada vez más marcadas equivalencias en los cotejos decisivos. Y aunque sea redundante, eso sucedió ayer en el primer “chico” entre Argentino y Alumni.

Es que en la única serie que tiene marcador abierto (el resto empató sin goles), Argentino logró una leve como valiosa diferencia, aprovechando un penal evitable que cometió el debutante arquero Jonathan Díaz, en la parte final del cotejo.

Así, en una acción inesperada por lo que era el desarrollo del juego, la misma resultó determinante y le permitió al “Lobo”, en el debut de Claudio Andrada, obtener un triunfo costoso frente a un Alumni que con muchos juveniles hizo lo suficiente para evitar la derrota, igual acumuló su cuarto partido sin victorias en el plano local.

En la primera media hora, Alumni, apelando a su mayor velocidad y despliegue físico, tuvo el control del trámite y prácticamente no le permitió a Argentino llegar al arco defendido por el juvenil Díaz.

Muy atento a las coberturas y con mucha presión en la zona central (sobresalió Jonathan González en esa función), el visitante le cortó reiteradamente los circuitos de juego y aisló así a “Lana” Díaz de sus compañeros.

Ante esto, Argentino abrió el juego por derecha a través de las incansables corridas de Jonathan Rosales, pero éste perdió constantemente con Juan Pochettino, quien ubicado como lateral izquierdo cumplió con creces.

Y, en el área de enfrente, Depetris y Barbuio se las rebuscaron y aprovechando cierto desorden defensivo del rival, crearon sus oportunidades: al minuto, hubo un tiro cruzado de Barbuio, después se vio una “corrida” de Federico Depetris (interceptado con lo justo cuando se aprestaba a definir) y, previo a la media hora, llegó un anticipó del propio “Fede” tras centro de Cabral, pero su tiro se fue lejos del arco. Esas acciones, sin  mucha peligrosidad, igual evidenció el mejor momento del “Fortinero”.

Sin embargo, con pinceladas de Claudio Díaz, quien apareció con mayor repetición en el último cuarto del primer tiempo ubicándose en el sector que mejor se desenvuelve, le permitió al anfitrión ser más punzante en un trámite equilibrado.

A los 34’, un tiro libre del “10” terminó con la pelota besando el palo más lejano del arquero rival, después “Facu” Ñáñez no logró conectar una habilitación del propio “Lanita”, quien a los 43’ dejó solo a Franco Rojas, quien terminó rematando apenas cruzado y elevado.

Después de ese primer tiempo regular y de pocas luces, Alumni -a sabiendas que iba a tener viento a favor- dispuso de cambios en el entretiempo, adelantó sus líneas y mostró mayor ambición, lo que se reflejó a los 38 segundos, cuando el ingresado Julián López habilitó a Patricio Cabral (reubicado como volante por derecha), pero Becco le atajó la definición al volante rival y, en el rebote, Mellano salvo con lo justo.

Como respuesta, “Pelé” apostó a la verticalidad de Ariel Galíndez (ingresó por Marinelli) quien a los 11 minutos y tras recibir de Rojas, envió el pase al medio para Díaz quien fue tapado por Lorca, quien se “jugó la vida” para interceptar el remate.

Con los minutos, el trámite ganó en emotividad y desde los 15 hasta los 25’ tuvo su mejor lapso porque -en un ida y vuelta constante- se repitieron las oportunidades en ambos arcos.

A los 16’, Becco desvió un tiro libre de Barbuio; a los 21’, Jonathan Díaz actuó bien y le atajó un tiro libre al Díaz rival y, a los 24’, Federico Depetris tuvo dos chances seguidas tras dos habilitaciones de Cabral. En primera instancia le pegó “mordido” al balón y en la siguiente el travesaño le impidió la conquista tras un cabezazo.

Después de esos 10 minutos “de furia”, el partido se desinfló nuevamente y se tornó otra vez muy trabado hasta que, a los 35 minutos, el debutante Díaz le cometió el penal a Mellano que Claudio Díaz canjeó por gol y anotó el 1 a 0 con que se cerraron los primeros 90 minutos de la serie.

 

La figura