“Nadie te quita lo viajado” repite una y otra vez, el latiguillo siempre a mano, José Luis Hernández. Un villamariense que decidió hacer de los ires y venires por el mundo un estilo de vida.
Así, el director de la revista La Era Ecológica, editor de libros (su última trabajo es Vivir con ganas, volumen 3) y operador turístico, fue generando experiencias que habitan el campo de las profundas satisfacciones y que por lo tanto quedan con uno para siempre. En diálogo con EL DIARIO, este verdadero personaje de la Villa comparte más detalles de su filosofía, de su modus operandi y claro, de sus viajes.
-Antes que nada, contanos de tu “currículum viajero”. ¿Por cuáles lugares del mundo has estado?
-Por suerte he podido viajar mucho. Así en concreto, he estado en países como Marruecos, Sudáfrica, Turquía, Emiratos Arabes, Qatar, Tailandia, Egipto, Vietnam, India, Estados Unidos, Nepal, Camboya… y después toda Europa y Latinoamérica. Este 2015 cumplo 12 vueltas al planeta.
-¡Doce vueltas al planeta! ¿Cómo es eso?
-Claro: la circunferencia de la tierra es de aproximadamente 40 mil kilómetros y en mi caso he hecho casi medio millón. Ha sido todo con mucho esfuerzo y a pulmón. Yo lo pude hacer, pero en realidad cualquiera puede. Es cuestión de decidirse y darle para adelante.
-¿Cómo empezó esta aventura de viajar?
-Nací en una familia de “antiviajeros”, por así decirlo. Pero yo siempre anhelaba recorrer, conocer lugares nuevos. En la escuela me llevaba todas las materias menos geografía, me encantaba mirar los mapas y aprender. Ya de grande me decidí y junto con el lanzamiento de la revista, empecé a organizar viajes cortos, llevando grupos. De esto hace ya 22 años. El primer viaje internacional fue a Perú, en 1997. Y desde entonces no he parado.
-Por lo que decís, pareciera que fuera algo innato, que ya lo tenías incorporado de chico.
-Un poco sí. De adolescente ya tenía muy en claro que mi vida iba a girar en torno a los viajes, pero no sabía cómo. El tema de tener una agencia de turismo y organizar viajes grupales vino a traer la respuesta. He tenido mucha suerte.
“Hay que aprovechar la vida y disfrutar”
-¿De verdad pensás que fue suerte?
-En realidad hay un tema de energía muy importante de por medio, de cómo eso desata todo lo bueno que ocurre a tu alrededor. La primera energía positiva que movilizamos es a través de la decisión, para mí una palabra clave en todo esto. Cuando decidís algo con el corazón, todo el universo conspira para hacerlo posible, no tengo dudas.
-Volvamos a los nombres propios. De todos los lugares que visitaste, ¿cuál fue el que más te alucinó y por qué?
-Lo que más me movió fue la India. Es muy loco: un caos constante que convive en armonía, que fluye. Si vos vez una calle de Nueva Delhi desde las alturas, vas a notar que lo que parece un desorden tremendo en realidad fluye armónicamente, como la sangre por las venas. Y la cultura es increíble. Los tipos tienen 14 religiones oficiales, muchísimas más no oficiales, y la religión allá ordena y maneja toda la vida cotidiana. Los hindúes no están tan atados a lo material como nosotros. Son más sabios, tienen más sustento filosófico y espiritual, están más conectados con esas cosas.
-¿Cuáles son los próximos destinos para vos?
-En agosto tengo organizado un viaje a Italia y en noviembre otro a Estados Unidos. Para el año que viene quiero ir a Australia, que no conozco.
-¿Y si tuvieras que elegir un lugar al que no hayas ido todavía?
-Bután y el Tíbet. Son dos lugares que están directamente relacionados con el budismo, que es una filosofía de vida que me interesa muchísimo. Bután es un gran misterio. Ahí a los turistas extranjeros sólo les dan permiso para estar una semana. Imaginate lo bien conservada que está su cultura. Aparte tiene unos paisajes montañosos increíbles.
-Por último, ¿qué mensaje le darías a la gente que quiere viajar, pero que todavía no da el paso definitivo?
-Que se animen, que se decidan, que no los paralice el miedo. A veces cuesta salir del círculo de confort, pero hay que hacerlo. La recompensa no tiene precio: conocer lugares nuevos, culturas nuevas, personas nuevas, experiencias nuevas… ¡Vivir! Por suerte la gente ahora se está animando más. Nuestro país ha crecido y la gente ha empezado a recorrer el mundo. Lo que antes era sólo para elites, ahora lo puede hacer prácticamente cualquiera de clase media. Hay que darle para adelante y también dejar atrás la “culpa moral”, el “¿qué va a pasar con mi trabajo?, ¿qué van a pensar mis vecinos?”. Hay que olvidarse de todo eso, aprovechar la vida, el mundo, y disfrutar.
Pepo Garay
Especial para EL DIARIO