Una mujer, cabo de la Policía de la Provincia de Córdoba que se encontraba de servicio, fue golpeada ayer por el dueño de una óptica y el sobrino de éste, cuando intervino para poner fin a la salvaje agresión que ambos le estaban propinando a un joven cliente que había concurrido al local a efectuar un reclamo.
Al cierre de la presente edición de EL DIARIO, fuentes policiales informaron que la mujer agredida es la cabo Silvana Acevedo, quien al recibir un golpe por parte de los iracundos cayó y golpeó la parte posterior de la cabeza contra el piso.
De inmediato, la funcionaria policial fue trasladada a la Clínica Fusavim, donde ingresó a la Unidad de Terapia Intensiva, y anoche se le realizaban distintos estudios para diagnosticar con precisión su estado de salud.
Acevedo, quien se encontraba consciente, presentaba un fuerte dolor e incluso vómitos provocados por la golpiza.
La otra persona lesionada en el insólito episodio fue el cliente que concurrió a la óptica a realizar un reclamo, identificado como David Horacio Luján, de 29 años, quien resultó agredido por Mauricio César Rava, de 43 y propietario de la firma Optica Pérez, situada en Corrientes 1032, junto a su sobrino, Gabriel Calderón, de 23.
El violento incidente, que adquirió matices cada vez más sorprendentes y alteró la tranquilidad en el centro de Villa María, comenzó a desencadenarse alrededor de las 19.30, cuando Luján ingresó al local donde funciona la óptica para efectuar un reclamo acerca de la elaboración de un par de anteojos, ocasión en la que discutió con el dueño.
Poco después, al salir del interior del negocio y cuando se encontraba a escasos metros del mismo, Luján fue impactado por un golpe de puño que le aplicó Rava, quien se encontraba acompañado por Calderón.
Siguió en la esquina
Cerca del lugar, prácticamente en la esquina que conforman la Peatonal San Martín y calle Corrientes, se produjo una segunda instancia del hecho cuando dos policías femeninas, la cabo Acevedo y la agente Natalia Noriega, de 26 años, intervinieron para poner fin a la golpiza que Rava y Calderón le propinaban a Luján.
Fue entonces cuando la primera de las uniformadas mencionadas recibió un golpe que le provocó la caída y el posterior impacto contra el piso, por lo quedó tendida en el sitio.
Al lugar concurrieron varios móviles policiales y, mientras algunos efectivos asistían a la colega atacada, otros detuvieron al dueño de la óptica y su familiar, quienes fueron trasladados a la sede de la Comisaría de Distrito, donde quedaron a disposición de la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno, a cargo de Gustavo Atienza.