El candidato a intendente por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores - Partido Obrero, Facundo Altamirano Montoya, remarcó que su propuesta viene a defender y a atender los intereses de los sectores trabajadores. En el marco de una campaña que todavía no lanzaron formalmente, el dirigente dialogó ayer con EL DIARIO.
-¿Por qué lo tienen que votar los villanovenses?
-Los vecinos, sobre todo quienes vivimos de nuestro trabajo, tenemos que votar el Frente de Izquierda en todos los niveles porque es la fuerza política que representa los intereses de nuestra clase y que defiende un programa con las más elementales reivindicaciones que sostenemos en todos los aspectos. Fundamentalmente, lo económico es lo central. En síntesis: expresamos los intereses de quienes vivimos de nuestro trabajo, en oposición a los partidos patronales que defienden los intereses de quienes viven de nuestro trabajo.
-¿Cuáles son las problemáticas que más le preocupan de la Villa Nueva actual?
-La vivienda. Hay un déficit muy grande. No hay estadísticas oficiales pero se constata cada vez que abre un plan. Además lo vivimos, no necesitamos que nos la cuenten. Los alquileres son muy altos y hay condiciones edilicias que no se pueden aceptar. Luchamos contra la privatización del suelo urbano, se han hecho un montón de loteos privados que se han destinado para viviendas a sectores que no tienen a este asunto como prioridad, porque lo que hacen es entrar en el mercado inmobiliario. Vamos por una estatización municipal de las tierras (de terrenos baldíos y que no son única propiedad) para llevar adelante un proyecto integral. Otro problema es la atención de la salud, sobre todo con el nuevo Pasteur, porque la ciudad quedó lejos. El Hospital Villa Nueva si bien ha tenido reformas edilicias, en lo esencial sigue teniendo las mismas falencias, no por el trabajo de los profesionales sino por falta de personal.
Vamos por el respeto de los derechos laborales de ellos, por un incremento del personal y, lo que es central, la gratuidad completa. Mienten descaradamente Bossa y Cavagnero cuando sostienen que no se cobra: cuando vas te imponen el bono contribución, cuando necesitás hacerte un estudio tenés que pagar y cuando vas a la farmacia con una receta la mayoría de las veces no está el medicamento. No podemos tolerar esta mentira.
En educación, buscaremos declarar a la ciudad libre de analfabetismo y la concreción de eso. En cultura, la biblioteca Altamira está en situación precaria y hay que buscar y designarle un nuevo espacio.
-¿Plantean una especie de presupuesto participativo en barrios?
-Es más que eso. Lo primero que haremos es llamar a dictar una Carta Orgánica nueva, porque el municipio bajo un gobierno de trabajadores se organizaría políticamente de una manera totalmente distinta. Entonces no sería que el pueblo gobierna y delibera a través de sus representantes sino a través de sí mismos. La planificación, designación de las partidas, las prioridades van a estar en manos de las asambleas de vecinos por barrios. Es reestructurar la lógica del gobierno, logrando que el interés de la mayoría de trabajadores se imponga sobre el interés de las minorías, por ejemplo ahora que la obra pública es central, tenemos a un gobierno que prioriza pavimento cuando nadie le dijo que eso es la prioridad. Y que lo hace, no sólo porque electoralmente es rentable, sino que es rentable para empresas socias. Entonces está determinado por el interés de un grupito.
-¿Es muy difícil presentarse en un escenario con dos referentes del peronismo que cuentan con aparato, recursos y demás?
-Sí, pero somos parte no de una expresión aislada, sino de una expresión política de alcance nacional que se viene consolidando y creciendo. El FIT se plantea en términos reales como una alternativa para el pueblo trabajador. Si bien hay una polarización cierta entre aparatos del justicialismo, abre una perspectiva en la ciudad, porque por primera vez está presente una boleta de una fuerza de alcance nacional que propone una alternativa real. Obvio que las condiciones de lucha son desiguales pero nosotros tenemos algo que ellos no: un programa.
-Pensando un escenario en que no se llegue a la Intendencia pero sí al Deliberante. Viendo los antecedentes, en que el Concejo prácticamente es una escribanía del Ejecutivo y las minorías no son escuchadas porque al oficialismo le alcanza con sus votos, ¿cuál es la estrategia para lograr los objetivos?
-Más que estrategia tenemos un método: la banca tiene que servir como factor de movilización. Los que han sido oposición por lo general han hecho un trabajo limitado a su propia acción en la banca.