A lo largo de su historia, la comunidad villamariense ha expresado solidaridad con innumerables causas populares. Desde esta tierra, de grandes hombres y mujeres que supieron luchar por los derechos, en diferentes ocasiones se organizaron movimientos solidarios con causas nacionales. Así pasó en los años 30 del siglo próximo pasado cuando se cometió una gran injusticia en la provincia de Buenos Aires metiendo preso y torturando a un grupo de inocentes. Todo se inició el 5 de agosto de 1931 cuando una encomienda explotó en la casa del caudillo conservador José M. Blanch, en la ciudad de Bragado, causando la muerte de dos personas. Luego de eso, la Policía inició una cacería, primero contra militantes radicales deteniendo a treinta personas de esa parcialidad política. Días después, en el mismo agosto, se suicidó uno de los radicales detenidos que había sido cruelmente torturado. Al día siguiente de ese hecho la persecución policial se orientó hacia los anarquistas deteniendo a Pascual Vuotto, Julián Ramos, Reclús De Diago y Juan Rossini, todos militantes de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) central obrera que tuvo su delegación en Villa María donde el anarquismo contaba con hombres y mujeres que trabajaban desde esa posición ideológica. La causa de los Presos de Bragado continuó a lo largo de años pues tanto la falta de pruebas como la tortura a los presos terminaron siendo ratificadas por la Justicia bonaerense. Pero nada hizo bajar los brazos a quienes luchaban por la libertad de los detenidos, es así que se desarrolló la “Campaña por los presos de Bragado”, que si bien era liderada por los anarquistas participaron otros sectores políticos. Esta campaña ha sido reflejada por Acción Libertaria, órgano de prensa de la Federación Anarco-Comunista Argentina. En diferentes números de la publicación se menciona a Villa María como lugar donde se desarrollaron actos pidiendo por la libertad de los presos de Bragado. Estas manifestaciones públicas también fueron recogidas por la prensa local, cuestión de la que dimos cuenta en esta misma columna de EL DIARIO, en abril de 2011.
Publicación anarquista
En el número 19 de Acción Libertaria, fechado el 23 de abril de 1936, se define claramente cómo entendían la Federación Anarco-Comunista Argentina, diciendo que la misma “es la organización que agrupa a todos los anarquistas que trabajan coordinadamente por el triunfo de la Revolución Social libertaria en esta región de América”. Se trata de una organización con gran apertura que pretende hacer llegar su solidaridad a “todos los que luchan contra la autoridad y el privilegio”. La FACA, señala Acción Libertaria “se ha constituido para dar mayor eficacia y más fuerte impulso a los múltiples esfuerzos que se rinden en la lucha entablada por la emancipación integral, es decir, por el comunismo libertario” y encontraba en el movimiento obrero “la gran base de acción para la liberación total de los oprimidos, revindicando la máxima independencia para este movimiento. La FACA propicia la organización gremial de todos los productores, sean obreros industriales, campesinos, técnicos e intelectuales, en vista al entendimiento recíproco y la solidaridad para la lucha. La FACA está con todos los movimientos populares de finalidad sana y medios directos de acción - y - es un instrumento de acción y de lucha creada por los anarquistas organizados, en la cual pueden actuar o colaborar todos los libertarios, todos los que estén animados de un real espíritu revolucionario”. En este mismo número de la publicación, editada en Buenos Aires, se habla de la “gira por los presos de Bragado” y citando al periódico Justicia, del Comité Provincial pro-presos de Bragado, señala que en Villa María se realizó un acto y la constitución del “Comité pro-presos de Bragado” en el marco de la gira de difusión que realizaba “el compañero J. Maguld”.
En el número siguiente, fechado el 17 de agosto de 1936, se continúa informando que prosigue “la campaña. Por los presos de Bragado”. La letra de molde dice “en estos momentos, se está realizando un importantísima gira por la Provincia de Córdoba: ella está a cargo de los compañeros ingeniero J. Maguld, y la profesora R. Suárez. En un esfuerzo notable, estos compañeros abarcarán en menos de un mes, las principales localidades con un total de 40 actos. Los Comités de las localidades por donde pasarán estos compañeros, están preparando con todo entusiasmo los actos, descontándose de antemano un rotundo triunfo”. Por entonces se juntaban firmas solicitando la libertad de los presos. La revista pide “hacer circular el plebiscito; en él, no debe faltar una sola firma, en él deben figurar todas las voluntades de aquellos que repudian este monstruoso proceso, que puede ser considerado como el exponente más fiel de proceso a las ideas.”. En el número 21 de la revista, fechado el 6 de octubre de ese mismo año, vuelve a mencionarse Villa María como uno de los lugares donde continúa la campaña. También se refieren a otros lugares de la zona. Es así que se mencionan actos en la localidad de San Francisco, Río Segundo, Oncativo, Villa del Rosario, La Laguna, Etruria, Bell Ville, Hernando, Río Cuarto, Río Tercero, Las Varillas y Pozo del Molle. En la nota se rescata que resultaba “inmejorable la impresión recibida por los delegados… el llamado de los organizadores de cada acto fue ampliamente satisfecho. Hombres y mujeres acudían y seguían con igual entusiasmo a los oradores que venían a promover una acción de justicia para tres obreros que, por ser de ideas anarquistas, han sido salvajemente torturados y luego condenados a perpetuidad, pese a su absoluta inocencia”.
Solidaridad con causas justas
El trabajo de Villa María pidiendo la libertad de estos presos continuó a lo largo de los años, así recordamos que Bernardino Calvo refiere una nota que el propio Vuotto, uno de los presos de Bragado, publicó una carta en el periódico local “El Tiempo”. La misiva del anarquista está fechada en junio de 1937 y en ella menciona que manda un ejemplar de su libro contando el caso. Allí Vuotto pide opinión acerca del material que remite y expresa que “si la prensa es la antena que recoge las inquietudes y anhelos populares, ninguna opinión más autorizada que la del periodismo para conseguir que después de cinco años y medio de febril ansiedad se nos haga justicia”. Estos presos condenados a perpetua terminan siendo conmutadas sus penas y salen de la cárcel en 1942. Luego, en los años 90, una ley nacional los desagravió. De alguna manera el Estado reconoció la tremenda injusticia cometida con estos presos.
La militancia por la libertad de los presos de Bragado se dio en el marco del ascenso del fascismo en Argentina. En 1936, en la provincia de Buenos Aires, la Gobernación quedó en manos de Manuel Fresco, político que entre otras cuestiones pretendía eliminar el voto secreto y en sus discursos elogiaba a Adolf Hitler. El mismo gobernador que tuvo como arquitecto preferido a Francisco Salamone, hombre que, entre otras cosas, construyó la plaza Centenario de Villa María, el mismo lugar donde se desarrollaron actos en contra del fascismo.
Pero la acción de Villa María contra estos poderes también abarcó otras luchas, es así que en la misma publicación anarquista del 6 de octubre de 1936 mencionada anteriormente, se dedica una nota de tapa titulada “Una labor que es eficaz: el Comité de Ayuda al Pueblo Español (CAPE)”, allí se habla de la asamblea donde participaron más de 300 villamarienses dispuestos a colaborar en la lucha contra el fascismo que desarrollaba el pueblo español. La solidaridad local, que no siempre es rescatada cuando se refiere a nuestra historia, atravesó los mares para llevar ayuda concreta a quienes peleaban por la libertad en diferentes puntos del planeta.
