“El tribunal resolvió, por unanimidad, declarar a Nora Lilián Abelleira partícipe necesaria del delito de homicidio doblemente calificado (…) e imponerle la pena de prisión perpetua, accesorias legales y las costas del proceso”.
Impactantes, lapidarias, todavía resuenan las palabras del secretario Guillermo Picco dando lectura a la parte resolutiva de la sentencia mediante la cual jueces y jurados hallaron culpable a la mujer que estaba acusada de haber contratado a un sicario para asesinar a su pareja, Enrique “Kike” Espósito, y poder disponer libremente de su fortuna.
Hasta ese momento, el anochecer del viernes que pasó, Abelleira gozaba del principio constitucional que establece que toda persona es inocente hasta que se compruebe lo contrario.
Dolor en las palabras
También, al menos hasta ese momento, los innumerables escritos que la viuda de Espósito había dejado en su muro de Facebook a lo largo de un año y medio eran sólo eso… expresiones públicas de amor y dolor por la irreparable pérdida de un ser querido.
Sin embargo, esas manifestaciones de angustia quedaron bajo sospecha el mismísimo día en que Abelleira fue detenida por la Policía, luego de que el fiscal que instruía la causa, Gustavo Atienza, concluyera que había muchas pruebas que la involucraban en el crimen de su pareja.
En efecto, a media tarde del martes 18 de diciembre de 2012, exactamente un año y medio después del homicidio de “Kike” (viernes 17 de junio de 2011, poco antes de la medianoche), Abelleira fue apresada en el departamento que por entonces ocupaba en el edificio de Santa Fe 1268.
“Silencio de radio”
A partir de entonces, el Facebook de Lilián Abelleira (nombre que utilizaba en esa cuenta, todavía vigente) entró en “silencio de radio”. Poco después y hasta la actualidad, sólo aparecieron publicadas una docena de fotografías compartidas por algunos contactos que la mujer tenía en la red social creada por el programador estadounidense Mark Zuckerberg.
Previo al trascendental proceso penal que se llevó a cabo en los Tribunales de Villa María desde el 18 de mayo, EL DIARIO pudo “navegar” libremente el muro de Abelleira, pese a que la cuenta se encuentra desactivada desde fines de enero de este año.
En realidad, la página está abierta y por ende es pública. Sólo que, vaya uno a saber quién y por qué -aunque se intuyen los motivos-, no se puede acceder a ella a través del sistema de búsqueda de personas que ofrece Facebook.
Para hacerlo, hay que ingresar a la red social y luego, en el navegador, escribir “/turtoterco” detrás de la dirección (es decir, facebook.com/turcoterco).
En la parte donde cada usuario se describe brevemente a sí mismo, Abelleira expresó: “Poético romántica, solitaria. Extraño tanto a mi esposo!!! Mi vida y mi gran compañero. Fue tan profundo nuestro matrimonio, que superó todo en mi vida. Te amo y te extraño horrores!!!”
Si bien en una gran mayoría de sus comentarios ella hace permanente referencia al dolor que le causaba la ausencia de su concubino, hay que remitirse a lo que escribió inmediatamente después del crimen.
Luego del crimen
Así, se advierte que el primer posteo alusivo a lo que había ocurrido la noche del 17 de junio de 2011 fue plasmado tres días más tarde, el 20 de junio, cuando a las 9 de la noche expresó: “Buscando como seguir mañana. Arrancaron la vida de mi gran amor!!!”
El segundo comentario data del 23 de junio, a la 0.49, oportunidad en la que Abelleira comunicó a todos sus seguidores de Facebook lo que había sucedido: “A todos mis amigos y a los contactos les cuento que el día viernes 18 de junio, a sólo 7 días de haber cumplido sus 52 años, arrancaron de mi vida a mi gran amor Enrique. A vos amor, te digo, no estarás sobre la tierra, pero jamás dejarás de estar dentro de mí. Sos y serás el hombre que más amé y me amó y me cuidó y protegió con hermoso y profundo amor, a mi hija y a mis nietas. Amor mío, jamás dejaré de amarte. Tu monito.”
Aquel posteo en el que anunciaba la violenta muerte de “Kike” obtuvo como respuesta los comentarios de seis personas, quienes obviamente manifestaron sus muestras de dolor y acompañamiento.
Casi una semana más tarde, el 29 de junio, a las 19.26 escribió: “Mi amor, no está tu cuerpito a mi lado, pero no importa. Tengo y siento tu luz… iluminame. Te extrañooooo!!!”
Con el correr de los días se sucedieron mensajes de igual tenor, en los que Abelleira expresó su profundo pesar por el fallecimiento del hombre con el que había convivido más de un cuarto de siglo y con el que no tuvo hijos, pero que adoptó a los de Nora y a sus nietos como si fueran propios.
“Un gran amor...”
El 23 de julio de 2011, a las 23.06, Nora dejó un texto más largo que los anteriores y con una fuerte carga poética y emocional. Bajo el título “Un gran amor jamás se va de nuestras vidas”, escribió lo siguiente:
“Es tan grande mi dolor!!! Pero jamás, jamás, jamás voy a dejar de amarte!!! Estás siempre conmigo amor!!! Tu luz ilumina mi alma!!! Sos vos, mi amor, quien me ayuda a soportar la necedad de los demás. Jamás estarás lejos de nosotras. Hagan lo que hagan, a vos de mis entrañas jamás te podrán llevar!!! Es la herencia más grande que tenemos las cuatro en nuestras vidas. Que se lleven todo lo que quieran. A vos jamás te tuvieron y jamás te van a tener. Te amamos con todas nuestras entrañas. Sólo nuestro serás hasta el resto de nuestros días. Lilián, Vero, Sofi, Luli. Hasta pronto amor!!! Sos la estrella que ilumina el universo.”
A los dos meses...
Al cumplirse dos meses de la violenta muerte de Espósito, Abelleira volvió a inspirarse en el dolor que la embargaba y el 18 de agosto de aquel año 2011, a las 22.52, escribó en su Facebook: “Amor mío: hoy ya dos meses de tu desdichada ausencia. Cada día que pasa es más duro saber que jamás volveré a verte. Cada segundo que pasa es dolor, cada minuto es angustia, cada hora que pasa es soledad y cada día que pasa es desesperación. Te amo y amaré hasta el último segundo de mi vida. Nunca voy a olvidar tu frase de ese día ‘Ma, ¿sabías que ni siquiera la muerte nos va a separar?’ Te acordás, sólo vos y yo sabemos lo unidos que somos. Y quedate tranquilo mi vida, porque será como vos dijiste: ni la muerte nos va a separar!!! Así será. Sólo tuya, sólo mío!!!”
El abrupto final
A lo largo del año y medio que permaneció en libertad tras el homicidio del comerciante lácteo, Abelleira dejó numerosos textos de similares características a los anteriores. Hasta que pocos días antes de la Navidad de 2012, sin siquiera imaginar lo que le esperaba, la consternada viuda dejó en su muro los dos últimos comentarios.
Fue el 18 de diciembre de aquel año, a las 12.01, cuando escribió: “Llego el día 17 y van 18 meses de ausencia arrancada. Te extraño, te recuerdo, te quiero acaaa!!!!!” Y pocos minutos después, más precisamente a las 12.14, agregó un texto mucho más largo y con un marcado contenido poético...
“Iré a ti. Yo estaré junto a vos toda una eternidad. Vivimos una vida con el amor más bello y celestial. Como ángeles de paso, volamos juntos por sueños de amor. Entre la dulce mirada de cada día que pasaba abrazada a ‘vos’ moriré, entre nubes de paz estaré, donde nuestro amor terrenal cruzó todas las fronteras a otras galaxias. Con todos nuestros secretos y caricias. La vida fue un juego de azar donde jugamos a ganador, entre mil sonrisas del universo y toda una multitud, donde descubrimos la existencia de lo eterno en lo más bello, dejando que nuestro amor volara hacia lo más alto de los sueños y de los sentidos. Ven aquí, por favor!!! Sólo un segundo!!! Porque vos y yo estamos unidos por bellos hilos de seda, entre los mil recuerdos vividos junto a nuestras nietas Sofía y Lucía, entre risas y ojos bellos. Te extraño más que a nada en este mundo!!! Te amo con toda mi alma!!! Te espero... y yo sé que vos también me esperas. Hasta pronto!!!”
Esas fueron sus últimas palabras en Facebook. Algunas horas más tarde, efectivos de la División Investigaciones de la Unidad Departamental golpearon a la puerta de su departamento y cuando ella abrió, el mundo se le vino abajo: “Señora Abelleira, va a tener que acompañarnos… está detenida por la muerte de su esposo”.
Antes, nada de “Kike”
Desde aquel ya lejano 18 de diciembre de 2012 hasta el último viernes pasaron dos años, seis meses y un día. Y entre medio, una infinidad de situaciones…
Una de ellas, llamativa por cierto, es que antes de aquel primer mensaje en el que aludía a la muerte de Espósito (“Buscando como seguir mañana. Arrancaron la vida de mi gran amor”), Abelleira no incluyó en su Facebook fotos ni comentarios de amor sobre su concubino.
Desde octubre de 2009 hasta el 20 de junio de 2011, día en que habló por primera vez sobre el crimen, fueron numerosas y muy expresivas las muestras de cariño hacia su hija Verónica Volpe y sus nietas, también compartió videos y fotos de amigos y otros contactos, e incluso habló con firmeza de la enfermedad que padece (en diciembre de 2010 escribió “padezco el cáncer y sólo el que lo padece sabe de qué se trata. Luchemos, por Dios, contra esta mierda”), pero “Kike” no aparece en sus posteos.
Las fotografías
1) Una de las muchas fotos que Abelleira publicó en su Facebook después de la muerte de Espósito
2) Nora y “Kike” en tiempos de felicidad. Es otra de las imágenes que la mujer condenada difundió en la red social
3) Una especie de recordatorio que hizo Abelleira en su muro al cumplirse un año del brutal asesinato
4) Dos imágenes de la condenada: el 18 de mayo, cuando empezó el juicio, y el 19 de junio, cuando fue declarada culpable de haber contratado a un sicario para matar a “Kike”
