Que los jugadores de Alem de Villa Nueva tienen una estirpe ganadora, la cual sacan a relucir en los momentos más complicados, no es solamente un mito y ayer quedó nuevamente demostrado. Es que el “León”, que entró a los cuartos de final de la Liga Villamariense por la puerta de atrás para enfrentarse con el único invicto del Torneo Apertura ayer goleó 5 a 2 como visitante a San Lorenzo de Las Perdices y logró el pasaje a semifinales, donde se verán las caras con 9 de Julio de Pasco.

Y la victoria de ayer tuvo mucho de esa “garra” que siempre se dice que tiene el equipo villanovense, que ayer cuando se jugaban tan sólo 11’ del primer tiempo sufrió la apertura del marcador por parte del elenco “Santo”. Llamil Ellena ingresó al área por la izquierda, tras superar de gran manera a dos defensores, llegó hasta el fondo y tocó al punto penal donde Jonathan Silva empujó la pelota con su pierna derecha para anotar el 1 a 0.

Panorama oscuro para un Alem que, además de no contar con dos baluartes como Pablo Fernández y Diego Pedernera (ambos por inconvenientes físicos), rápidamente se encontraba en desventaja.

Pero todos esos contratiempos no fueron alicientes para que los dirigidos por Diego Rivera bajaran los brazos ya que, 4’ más tarde, desde la derecha Federico Figueroa metió un centro para ubicar por el otro costado a un Ricardo Juárez que definió sobre la salida de Sami Suárez para igualar las acciones.

No conformes con el empate, los “Tricolores” siguieron teniendo el arco rival entre ceja y ceja. Tal es así que a los 20’, por el sector derecho Maximiliano Le Roux superó la marca de Matías Aballay y al llegar a los metros finales de la cancha colocó centro preciso al corazón del área donde Martín Porporatto, mediante un gran salto, metió un certero cabezazo que significó el 2 a 1 visitante.

De la alegría a la desazón pasaron rápidamente los dirigidos por Amadeo Perossi, aunque inmediatamente hicieron méritos como para volver a empardar el tanteador cuando a los 26’ Gabriel Bolatti reventó el travesaño en un tiro libre que ejecutó a pocos metros del área. Pero cerca de la media hora de juego el propio Bolatti sufrió un fuerte desgarro en una de sus piernas y en su lugar debió ingresar Guido Ferreyra. Gran pérdida para el elenco perdiceño. 

Alem también perdió una pieza muy importante, a los 32’, cuando se fue expulsado Emanuel Coria, por doble amarilla (la primera había sido por protestar) tras una fuerte infracción sobre Aballay. Todo el “León” se fue contra el árbitro a recriminarle su decisión y llamó la atención cómo el referí no sacó más tarjetas luego de sufrir empujones y reclamos de todo tipo por parte de la visita.

A pesar de la importante pérdida de Bolatti, el dueño de casa sabía que su rival también había perdido mucho con la expulsión de Coria y eso lo hizo animarse para tratar de igualar el marcador antes de irse al descanso. De hecho estuvo cerca de lograr esa misión, pero el palo izquierdo del arco de Gómez le dijo que no a un cabezazo de Jonathan Silva.

 

Momento clave

Esa falta de fortuna para llegar al empate fue lo que finalmente condenó a San Lorenzo. Es que, cuando se disputaban tan sólo 4’ de la parte complementaria, Le Roux ejecutó un tiro libre desde la izquierda, Suárez dejó pasar una pelota que picó delante de sus narices para estrellarse en el poste izquierdo y en el rebote nuevamente de cabeza Porporatto mostró su olfato goleador para estampar el 3 a 1.

Ese fue el golpe que más duro impactó en los sueños de un San Lorenzo que, más allá de algunas situaciones de gol que generó, se fue derrumbando de a poco. Un claro ejemplo de lo mareado que quedó el dueño de casa se observó a los 10’ con la expulsión del zaguero Matías Silva, tras dos faltas consecutivas de amarilla sobre Figueroa.

Los dos se quedaron con diez jugadores y San Lorenzo, que tenía la necesidad de revertir el marcador, se desordenó demasiado en pos de esa misión. Dejó muchos espacios libres en los metros finales y ese fue el mejor plato que pudieron dejarle servido al “León”. 

Iban 18’ cuando Figueroa se escapó en velocidad desde la mitad de la cancha y al llegar a las puertas del área dejó desparramado a Suárez con un amague al que le agregó una suave definición para señalar el 4 a 1.

La epopeya local de pasar a semifinales fue más complicada cuando a los 20’ Aballay vio la roja directa por un fuerte golpe sobre Le Roux. Todas eran malas para San Lorenzo, pero más allá de eso todavía tenía en cancha a jugadores que creían en la heroica recuperación y un claro ejemplo de ese sueño fue Jonathan Silva, quien reventó el larguero en un tiro libre. 

Más allá de que todas eran pálidas para ellos a esa altura de la tarde, los de Perossi vieron una luz de esperanza en el horizonte cuando a los 26’ Silva marcó el descuento (4 a 2) con un tiro penal que generó Facundo Martín, que se fue expulsado por doble amarilla, mediante una infracción sobre el mismo delantero.

Dos goles abajo en el marcador y con mucho todavía por jugarse, el árbitro Claudio Chávez dejó pasar otro penal sobre Silva, que le habría dado la posibilidad al dueño de casa de quedar a un solo tanto del empate. Allí murió el sueño “azulgrana”.

Pasada la media hora Scagliarini derribó a Poporatto dentro del área, el árbitro pitó penal para la visita y el defensor fue el tercer expulsado en el “Santo” (segundo por doble cartulina amarilla). Le Roux, como premio por ser el jugador más desequilibrante del partido, tuvo su recompensa y se hizo cargo de la ejecución anotando el 5 a 2, que sería resultado final, con una definición a la derecha de Suárez que voló hacia el otro costado.

Para el final sólo restaba la cuarta expulsión en el local. Ellena vio la roja directa a los 40’, por una dura patada que le propinó a Dichiara.

Sufrió al principio y, aunque llegó a la revancha de los cuartos de final con importantes bajas, Alem terminó festejando merecidamente la clasificación. Fue más inteligente que su rival, nunca entró en desesperación y puso lo que tenía que poner para este tipo de partidos: cabeza fría y corazón caliente.

Igualmente San Lorenzo se despidió de su gente con la cabeza en alto y la dignidad a flor de piel. Sólo perdió un partido en todo el torneo y peleó hasta el final por su sueño de semifinal.

La figura