Un heroico triunfo por 1 a 0, conseguido en inferioridad numérica y ante un rival que presionó constantemente sobre el marco de Matías Tisera, catapultó a 9 de Julio a las semifinales del Torneo Apertura. Resultado que defendió efectivamente y con gran despliegue defensivo durante el período complementario.
Las primeras acciones se desarrollaron en un trámite mediocre; Playosa se mostró más incisivo, con traslado rápido y búsqueda continua de los ágiles ofensivos, donde Ledesma y Servetti se convirtieron en positivos elementos de avanzada. Hubo antes de los 10 m dos ocasiones propicias para el “Albo”, con remates de Vaglio y Gayoso bien contenidos por Tisera; mientras que el “Patriota” respondió más esporádicamente a través de Ismael Rodríguez y Vilta.
El desarrollo adoleció de falencias técnicas, donde pocos buscaron controlar el esférico y darle precisión a las cargas, intentando mayor certeza para arribar a posiciones de riesgo. La obsesiva marca sobre los jugadores más capacitados privó a ambos conjuntos de un nivel más lúcido en aspiraciones ofensivas, por lo que ni Garetto ni Tisera tuvieron grandes exigencias. A los 25 m en profunda incursión Servetti habilitó a Campos, proyectado sobre el área de 9 de Julio, cuando iba a disparar fue parado ilícitamente por Reartes cometiéndole infracción, sancionada con la pena máxima por el árbitro Banegas. La ejecución, muy anunciada por Diego Molina, fue contenida por Matías Tisera, quien a esa altura ya se convertía en figura del elenco visitante.
Después de los 30 m Playosa fue protagonista de la brega, superando en todos los sectores la oposición del adversario, sin hallar efectividad para volcar el marcador a su favor, pero mereciendo una conquista. A los 31 m el árbitro expulsó a Maximiliano Vilta, con roja directa por agresión contra Roberto Aimar, en otro pasaje que marcaba la tendencia de Playosa por presionar constantemente sobre la estructura defensiva del huésped y certificando un claro dominio que se proyectó hasta la parte final del periodo.
Concluyó cero a cero el primer tiempo, score no demostrativo de los merecimientos de Playosa en los primeros 45 minutos.
En el complemento el local salió dispuesto a liquidar el pleito. A los 2 m un disparo de Gayoso dio en palo de Tisera, privando al local de otra ocasión propicia. Hubo dos o tres jugadas más de peligro en el marco visitante; hasta que a los 11 m en acción con pelota detenida Zavala ejecutó un tiro libre en forma de centro, que cruzó toda el área, ante la pasividad de los defensores locales y de Garetto; entrando por sector izquierdo Fernando Rodríguez la conectó de cabeza hacia la red, marcando una diferencia para 9 de Julio que modificó el curso del partido. Uno a cero, que cayó como un balde de agua helada para el equipo de Mauricio Morales, certificando aquello de goles no convertidos en arco contrario, se transforma en perjuicio para el propio.
A partir de dicha instancia, Playosa fue pura confusión y descontrol: intentó por todos los medios llegar al arco de Tisera, pero sin orientación efectiva en las cargas y sin apertura hacia las puntas, para vulnerar la cerrada marca de los defensores “patriotas”. El bloqueo defensivo fue sostenido a rajatabla por una retaguardia que no dejó claro alguno donde se pudieran filtrar los atacantes locales, que nerviosos y desprovistos de panorama buscaron infructuosamente llegar a la igualdad. Nueve de Julio apeló a todos los recursos, como el rechazo expeditivo y demorar al extremo la dinámica de las acciones, aspecto que lo favoreció por su inferioridad numérica y el cansancio de varios de sus jugadores.
Sobre la hora, un disparo de Solís dio en el travesaño del visitante, privando a Playosa del empate, que por el carácter del trámite hubiera sido absolutamente merecido. Los últimos 20 minutos prácticamente no se jugaron, el temperamento de algunos jugadores obligó a duras sanciones por el conductor de la brega, que expulsó a cuatro jugadores cuando el partido parecía haber perdido su rumbo. La actitud de los integrantes locales, impotentes en la creación futbolística y reclamando al árbitro sin pausas, favoreció los planes del oponente, quien con un sólido argumento posicional y defensivo llegó a un difícil pero valioso triunfo que lo ubica entre los cuatro mejores de este Torneo Apertura.
La figura
Matías Tisera. Tuvo varias atajadas de real mérito para las chances de su equipo. Se lució desde la misma iniciación del cotejo y coronó su estupenda actuación con la contención del penal a Molina, fundamental para sostener la victoria visitante.
El árbitro
Hugo Banegas. Regular. Dirigió con corrección en el primer tiempo, pero en el segundo cometió errores de apreciación, recibiendo el cuestionamiento de los jugadores. Sobre el final, debió apelar a las tarjetas rojas, ante la imposibilidad de conducir normalmente el trámite. Por momentos, pareció que el partido se le iba de las manos.