El domingo por la noche se montó un destacado espectáculo coreográfico a cargo del ballet estable del Teatro Colón en la sala mayor de nuestra ciudad.
Con la certificación garantizada que ofrece la reputación ganada por el mejor teatro del país y uno de las más renombrados de Latinoamérica, sumada a la reciente incorporación de Maximiliano Guerra como director de la compañía, se esperaba al menos una cantidad de público mayor a la alcanzada.
Incluso, con la promoción previa de entradas en “2x1”, la audiencia rozó las 300 ubicaciones. Se puede intuir que la puesta, o no tuvo la difusión necesaria o un espectáculo de semejante estatura artística no logra un acompañamiento masivo en estas latitudes. No obstante, la“Trilogía Neoclásica IV”, la cual hilvanó en escena una dilatada performance de “Sinfonía entrelazada”, “Diamante” y “Rapsodia sobre un tema de Paganini”, mostró con creces el nivel de profesionalismo y destreza de nuestros jóvenes talentos en la danza. El espectáculo, más allá de los conocimientos adquiridos sobre la disciplina, podría ser apreciado gustosamente por neófitos que disfrutaban del dinamismo y la plasticidad de los bailarines, que gracias al corrimiento de lo clásico, pergeñaron pasajes coreográficos de alta emotividad.
J. R. S.