Un ama de casa fue condenada ayer por la Justicia villamariense luego que confesara haber usurpado una vivienda de barrio San Juan Bautista.
El caso, que a priori aparece como un hecho menor, cobró mayor relevancia porque la pena impuesta (siete meses de prisión) fue de cumplimiento efectivo, y porque la misma debió unificarse con otra condena (de tres años) aplicada por la Cámara del Crimen local en octubre del año pasado.
En definitiva, Lidia Rosana Berardi recibió una única sanción de tres años y un mes de cárcel, además de ser declarada reincidente, por lo que no tendrá acceso al beneficio de la “libertad condicional”, que permite salir de la cárcel cuando se cumplen las dos terceras partes de la condena impuesta.

Un antecedente

Berardi, de 37 años de edad (nació en Villa María el 7 de setiembre de 1971), y domiciliada en Santiago del Estero y Martín Fierro, llegó a juicio privada de la libertad como consecuencia de haber sido detenida en febrero pasado tras usurpar una vivienda ubicada en calle Aguirre Cámara 970.
En rigor de verdad, su encarcelamiento obedeció a que tenía un antecedente penal por haber sido condenada a comienzos de octubre de 2008 a tres años de prisión por “robo calificado” y “privación ilegítima de la libertad”, a raíz de un asalto a mano armada que perpetró junto a otro sujeto y que tuvo como víctima a un remisero de la empresa Donald.

Más de un año

Aquel hecho, registrado el 29 de agosto de 2007, la dejó “a la sombra” poco más de 13 meses, ya que recuperó la libertad -aunque en forma “condicional”- al concluir el primer juicio oral que la tuvo sentada en el banquillo de los acusados.
Ahora, pese a que la pena aplicada por la usurpación de la casa de barrio San Juan Bautista fue levemente superior al mínimo previsto por la ley, la camarista Silvia Saslavsky de Camandone debió unificar la condena anterior con la impuesta en la víspera.

Confesión

Ni bien comenzó la audiencia de debate, Berardi pidió la palabra y reconoció haber cometido el delito que se le atribuía, confesión que posibilitó que el fiscal Correccional, Horacio Vázquez y el defensor oficial, Juan Rusconi, solicitaran que el juicio fuera de trámite abreviado, es decir omitiéndose la recepción de pruebas testimoniales en la sala del quinto piso de Tribunales.
Al momento de pronunciar su alegato, el acusador público solicitó la pena de siete meses por el delito de “usurpación”, aunque pidió que se unificara con la sentencia pendiente en tres años y un mes de prisión.
Berardi sólo podrá acceder a la “libertad asistida” (que permite el egreso apenas seis meses antes del cumplimiento total de la condena), por lo que deberá permanecer entre rejas algún tiempo más.

En julio de 2010

En efecto, la mujer ya purgó poco más de 15 meses entre rejas por ambos delitos, aunque deberá completar 31 de los 37 meses de prisión impuestos en la condena unificada para poder dejar la cárcel de barrio Belgrano.
De modo que a Berardi todavía le queda por delante poco más de un año y tres meses de prisión, con lo cual obtendrá la libertad a mediados de julio de 2010.