A pedido del fiscal de Cámara y con acuerdo del abogado defensor, el juez René Gandarillas le impuso ayer una condena de tres años de prisión efectiva a un joven que confesó haber mantenido relaciones sexuales con un adolescente hipoacúsico.

La pena recayó en Marcos Alexis Pereyra, de 25 años, quien fue declarado autor penalmente responsable de “corrupción de menores” (lo que antiguamente se conocía como “estupro”), por un episodio ocurrido a mediados de 2013 en Villa María.

Pereyra, quien al momento de ser detenido estaba trabajando como empleado de una empresa de limpieza, admitió su responsabilidad penal en el hecho y posibilitó que el juicio oral se realizara bajo la modalidad de “trámite abreviado”, es decir sin la recepción de pruebas testimoniales en la sala de la Cámara del Crimen local.

Como el caso fue de instancia privada, en el que además la víctima es un menor de edad, la audiencia de debate se realizó a puertas cerradas y en horario vespertino. Además del camarista, intervinieron en el proceso el fiscal Francisco Márquez, el abogado Juan Antonio Rusconi y la secretaria Gabriela Sanz.

Cabe señalar que el “estupro” es la antigua figura penal que se le daba al delito que consiste en tener una relación sexual con una persona menor de edad, valiéndose de la seducción o el engaño para alcanzar el consentimiento de la víctima, o de la superioridad que se tiene sobre ella.

En el caso de Pereyra, la víctima fue un jovencito hipoacúsico de 15 años, quien fue engañado para acceder a mantener relaciones con aquel.

Como el condenado ya lleva dos años entre rejas y carece de antecedentes, está en situación legal de obtener la “libertad condicional”, trámite que su defensor gestionará en los próximos días, según se conoció.