La tradicional “Fogata de San Juan” para los integrantes de la comunidad educativa de la Escuela San Martín tiene una connotación más que especial.
Es que además de configurarse como la recreación de un evento traído a territorio argentino por los grupos de inmigrantes que llegaron al país durante finales del siglo 19 y comienzos del 20, el festejo se erige como un relevante hecho educativo en el que alumnos y docentes abordan el hecho desde diferentes lugares.
Ayer, en el patio de la institución que se yergue en barrio Rivadavia, la habitual quema de elementos combustibles emparentado con la festividad de San Juan Bautista que se celebra hoy, contó con la participación de los familiares de los alumnos del Nivel Primario (1º, 2º y 3º grado) y también de los niños que asisten al Nivel Inicial (salas de 5 años).
“Esta actividad se configura como el cierre del proyecto ‘Fogarte’´ que hace un par de años se desarrolla y que le ha dado a la ‘Fogata de San Juan’ un nuevo enfoque con la inclusión de talleres educativos y la prendida del fuego en el patio de la escuela”, manifestó la directora de la entidad escolar, Lorena Orpianessi.
Al referirse a los talleres que desde hace un mes venían preparando las diversas instancias del evento, la reporteada por este matutino destacó que los mismos tienen como características los “agrupamientos flexibles entre grados” y los “acercamientos para trabajar en conjunto de los docentes de grado y los profesores de Artes Visuales, Música y Educación Física, transversalizando así lo artístico con los contenidos que abordan los maestros”, sostuvo.
“Cada uno de los talleres preparó algo del encuentro, desde la música hasta el menú pasando por el encendido de la fogata, todo dependió de la labor que se realizó en cada taller. Hay todo un trabajo previo de los chicos que es parte de una experiencia educativa”, apuntó.
Enseñando desde el fuego
“Nosotros tomamos a la fogata como hecho para que nos sirva como motivo para enseñar a leer y escribir, a desarrollar el trabajo cooperativo y a pensar de manera crítica y creativa”, argumentó la reporteada.
“La fogata no es simplemente un evento más de la escuela, sino que hemos tomado este festejo tradicional como un espacio educativo. Queremos que la actividad sea una experiencia que fortalezca el aprendizaje de los chicos”, manifestó.
En relación a los aspectos históricos que fundamentan la realización del ritual donde el gran protagonista es el fuego, Orpianessi recordó que la propuesta “fue traída por nuestros antepasados que llegaron a la Argentina y mantuvieron las costumbres de su país de origen”.
“Esto es el producto de la síntesis entre el paganismo y el cristianismo que hicieron en su momento los ancestros de los inmigrantes, relacionado con la religiosidad popular”, enfatizó.
“Para nosotros lo que sucede es muy importante, ya que nos esforzamos para ver cómo enseñamos Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Lengua, desde la ‘Fogata de San Juan’, caracterizados como escuela”, puntualizó.
“En definitiva, es interesante porque uno intenta concretar de algún modo los lineamientos de política educativa, tanto nacionales como provinciales, a partir de un festejo tradicional”, remarcó.
Vale destacar que la actividad lograda no se circunscribió sólo al espacio escolar, sino que también implicó la participación de otros actores provenientes de instituciones barriales
“El grupo Scout de la Parroquia de Luján hizo todo el acompañamiento del prendido, por su parte la gente del Centro Vecinal y del Centro de Atención Primaria de Salud (CAPS) también han realizado importantes aportes previos, imprimiéndole a la iniciativa un tinte comunitario”, redondeó.
Por último, la directora de la escuela primaria indicó que los talleristas realizaron muñecos representando en ellos y tal como reza la tradición, los “sentimientos a quemar y a través de sus llamas elevar al cielo sus anhelos, que serán cumplidos antes de la próxima fogata”.